lunes, 31 de mayo de 2010

CAPITULO #1

Capitulo #1

Me hallaba sentada sobre el borde de mi cama, ensimismada en mis pensamientos y tomándole poca atención a lo que me decía mi acompañante. Se que sonara tonto y estúpido a la vez, pero, ¿Quién en sus cinco sentidos no le prestaría atención al extravagante, extrovertido y sobre todo exótico Bill Kaulitz?, a mi parecer nadie, pero bueno, ese no era el punto. Mi problema había empezado hacia ya mas de un año, cuando el me había besado por primera vez. Después, tras ese incidente nos habíamos unido más. Pero había un problema ¡Yo no podía olvidarlo! En verdad lo había intentado pero no había logrado hacerlo. Bueno, es que el tenerlo todo el día, rondando de aquí para allá, captando la atención de todos, diciendo babosada y media, riendo estruendosamente y platicando todas sus vivencias en sus giras, hacia que me costara mas trabajo del que de por si ya me costaba. Y es que el muy cabron, hijo de puta, era total y completamente precioso y evidentemente el olvidar lo que había pasado con el me resultaría mas difícil de lo que sonaba.

- ¿Y que es lo que piensas? – Pregunto mirándome directamente a los ojos. Bien sabía que no le había prestado ni la más minima atención y ahora era un buen momento para reprochármelo. Sonreí ligeramente y comencé a gesticular con las manos. El rió tras mi débil intento de ocultar que había estado distraída todo ese rato. – No digas nada, solo dile a ese que no se vale que me quite la atención de mi mejor amiga – Enarque una ceja al escuchar su comentario. Reí por lo bajo y negué con la cabeza. Y es que si supiera que el chico en el que estaba pensando era precisamente en el, no habría dicho nada o habría retirado su comentario.
- Perdóname – Musite apenada – Y no estaba pensando en ningún chico – Le dije con voz firme. El alzo ambas cejas y desvío la mirada como diciéndome “Si claro, como no”
- Sabes, creo que es momento de irme, sigue pensando en tu enamorado – Me dijo burlón al mismo tiempo que se levantaba de la cama y comenzaba a caminar hacia la puerta. Tomo el pomo entre sus manos y lo giro, pero antes de salir volteo a verme y me saco la lengua. Después de esto salio riendo de mi habitación.

Bueno, siempre era lo mismo, evidentemente no era la primera vez que me decía que estaba pensando en mi enamorado. Y eso, hasta cierto punto era verdad. Pero lo que el no se imaginaba era que el dichoso “Enamorado”… era el…

==Narra Bill==

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡Maldita sea!. ¡Puta sea la hora en la que me había venido a fijar en ella! ¡Joder pero es que como no hacerlo si era hermosa!. Verla tan distraída, tomándome nada de atención y pensando seguramente en alguien me ponía los nervios de punta. Me hervía la sangre, me hacia pegar tremendas rabietas y querer golpear a alguien de puro coraje y lo peor era que no podía decirle ni reprocharle nada. Solamente era mi amiga y yo no tenía ningún poder sobre ella. Negué frenéticamente con la cabeza, tratando de dejar de pensar en lo ocurrido hacia unos momentos y entonces me metí a mi habitación. Azote la puerta, haciendo vibrar el espejo del tocador que se hallaba a un lado de ella y sin percatarme de que alguien estaba haciéndome compañía comencé a tirar todo lo que estaba a mi paso. Y para cuando levante la vista Gustav ya me miraba con los ojos totalmente abiertos, preguntándose tal vez el porque de mi actitud.

- ¿Estas bien? – Cuestiono Gus incorporándose de su asiento y caminando hacia mí. – Yo solo asentí con la cabeza e intente evadir el tema. Cosa que no conseguí en lo absoluto, y es que, cuando Gustav quiere saber algo, no se rinde hasta que le digas la verdad.
- Vamos Gustav estoy bien, en verdad – Musite sentándome en el pequeño sillón que estaba junto a la ventana. Gustav volvió a sentarse en la cama, solo que esta vez quedando frente a mí.
- Bill ¿Es por ella otra vez? – Cuestiono. Bueno, esta vez no me sorprendí, el desde hacia tiempo sabia lo que me ocurría. En realidad, el era el único que lo sabia, porque ni siquiera a mi hermano me había atrevido a decírselo. Yo agache la mirada y me limite a asentir con la cabeza. Y es que a el no podía mentirle, el era el único que podía ayudarme en estos momentos… - ¿Cuándo piensas decírselo? – Volvió a preguntarme, provocando que yo levantara de golpe la cabeza y clavara mi mirada triste sobre la suya.
– Nu…Nunca Gus, no puedo…ella…ella es…es mi mejor amiga – Y volví a agachar la cabeza. Jamás me había enamorado de tal manera como ahora de ella
- Estas cometiendo un grave error Bill, ojala y cuando sea tarde no te arrepientas y te lamentes el no haberle dicho a tiempo – Me miro algo cabreado y camino rápidamente hacia la puerta, la abrió y salio.

Valla forma de ayudarme, Gustav a veces suele ser algo incomprensible por así decirlo, pero debo reconocer que siempre ha estado conmigo cuando mas lo necesito y cuando en verdad estoy mal. Tal vez y en el fondo el tenia razón y yo debía decirle pero por el simple hecho de que ella era mi mejor amiga era algo complicado. En primera Tom me mataría si yo le llegara a hacer daño, cosa que obviamente no pretendía hacer en lo absoluto, porque yo de verdad la amaba. En segunda, tanto su madre como la mía no estarían de acuerdo o tal vez si, pero de cualquier manera eso era quizá un probable impedimento. Y tercera, ella estaba completa e irrevocablemente enamorada de alguien más. Y lo digo con tanta seguridad porque nadie se queda tan pensativo por tanto tiempo y sin alguna razón en especial. Bueno, al menos yo sabia el porque de su ensimismamiento y la toma de atención minima que me prestaba. Mili era una chica bonita y claro estaba que su buen humor le ayudaba bastante. Podía volver loco a cualquier chico con tan solo una mirada y con una sonrisa te dejaba total y completamente embobado. Ya hacia tiempo que esa chica me traía por los cielos, pero por obvias razones no me había atrevido a decírselo. Hacia menos de año y medio había pasado algo entre ambos que me había hecho quedar más enamorado de lo que ya estaba. ¡La había besado! Y eso había sido suficiente para saber que en verdad deseaba tener a esa chica a mi lado, pero el problema era si ella quería tenerme a mí a su lado como algo más que su mejor amigo. Me recosté sobre la cama y me quede mirando el techo, en verdad necesitaba pensar y plantearme la posible idea de decirle a Mili lo que me sucedía. ¿Por qué no se lo había dicho el día que la había besado?, pues era claro ¡Por estúpido!, por creer que tal sentimiento se me pasaría con el tiempo, ignorando completamente que el sentimiento se haría mas grande y dentro de no mucho tiempo estaría, como ahora estaba, tirado sobre una cama, pensando en ella y llorando por su ausencia. A pesar de que la tenia a menos de un kilómetro de distancia.

==Narra Mili==

Salí de mi habitación y baje a la sala, ahí sobre el sillón encontré a Tom que miraba atentamente la Tv. bueno era obvio, siempre que estaba a punto de irse de gira hacia lo mismo, se metía de lleno a la televisión y pobre del que lo molestara porque se ponía como león enjaulado. Bueno, con todos menos conmigo. Me acerque y tape sus ojos, el inmediatamente comenzó a tocar mis manos intentando saber quien era la persona que le impedía seguir viendo su programa.

- ¿Mili? – Cuestiono algo dudoso, no respondí y entonces pude ver como el sonreía ligeramente y asentía con la cabeza – Vamos pequeña déjame ver – Me dijo con un deje de ternura en su voz. Le destape los ojos y el se giro rápidamente sobre el sillón, quedando de rodillas sobre el y viéndome de frente – ¡Hola! – Musito con una gran sonrisa
- Hola – Respondí devolviéndole el mismo gesto
- ¿Estas aburrida? – Me pregunto con una ceja en alto. Bueno, cada vez que me preguntaba de esa manera las cosas, sabia lo que quería pero que obviamente nunca conseguiría
- Un poco – Fue mi única contestación
- ¿No estabas con mi hermano? – Preguntó nuevamente
- Si, pero se fue a su habitación
- ¿Se enojaron?
- Jajaja, no, no, para nada, es solo que debe estar cansado
- ¿Cansado de que? ¿De jugar a ser una estrella que descansa en su casa? – Cuestiono burlón
- Tonto…
- Hay bueno no importa, ven acá – Comenzó a golpetear el sillón en señal de que quería que me sentara junto a el. Y así lo hice, en menos de un minuto yo ya estaba junto a el. Bueno, sinceramente me gustaba estar con el y aunque yo estuviera enamorada de su hermano no quitaba el hecho de que Tom también me trajera por los cielos. Igual, no soy una guarra pero el tener a dos mega galanes como mis mejores amigos era un poco difícil porque no podía quererlos a los dos. Al menos no como algo más que mis amigos.

- ¿En quien piensas? – Pregunto mi rastudo. No podía ser, una vez mas me había quedado pensando sin prestarle atención
- ¿Yo?, en nadie solo pensaba en que pronto los dejare de ver – Bueno, igual no pensaba en eso pero era algo que en verdad me ponía triste
- Hummm...pues yo tengo una posible solución a eso – Respondió con una gran sonrisa
- ¿Cuál? – Pregunte, enarcando una ceja
- Que te parece si vienes con nosotros – No dije nada, solo me quede viéndolo a los ojos, ¿Yo ir con ellos? ¿A que? ¿Para que?, era una gran idea pero al mismo tiempo era una mala porque sabia a la perfección que yendo con ellos me seria total y completamente imposible sacarlos de mis pensamientos
- ¿Yo? – Cuestione algo sorprendida
- Si...Si...Seria una gran idea ¿No lo crees? - ¡No! ¡Claro que no era una buena idea!
- Ammm...n...no lo se, además David no creo que quiera – Le dije, tratando de que retirara lo dicho
- Hay, como si no supieras que le caes muy bien, anda Mili, seria lindo tenerte con nosotros toda una gira – Musito muy seguro de lo que había dicho. ¿Y ahora que hacer? No podía decirle que no, pero tampoco podía decirle que si. Uno, las fans al verme con ellos me matarían y dos ahora si tendría un gran problema al no dejar de verlos ni un solo segundo
- Pu...pues no se, creo que deberías consultarlo primero con Dave, haber que te dice – En verdad esperaba que David se opusiera rotundamente a la petición de Tom, porque si no ya no tendría escapatoria
- Si, tienes razón, lo consultare con el mañana por la tarde y te diré cuando llegue ¿Qué te parece?... – Me limite a asentir con la cabeza y sonreírle una vez mas. Valla que ese pelos de alambre tenia unas ideas que no convenían nada a lo que yo pretendía hacer - Bueno, entonces esperaremos hasta mañana, aunque estoy seguro que Dave no se opondrá… - En realidad yo esperaba todo lo contrario. Aunque estoy segura que una fan no rechazaría esta oportunidad…

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- ¡Mili!¡Mili!¡Mili! – Escuche gritar a alguien mi nombre como desesperado. Era Tom quien me buscaba. Lo vi entrar a mi habitación y el corrió a abrazarme ¿Y ahora a este que mosco le había picado?
- ¿Qué pasa Tom? – Pregunte a medias extrañada, a medias divertida por su actitud
- ¡Pasa que Dave dio su autorización para que viajes con nosotros! – Bum-Bum…Bum-Bum… - Mi corazón latió errático. Ahora si no tenia ninguna excusa para no ir con ellos. Vi nuevamente a Tom a los ojos y nos quedamos así por algunos segundos. Cada vez se iba acercando mas…mas…mas y mas… dios santo ¡Esto no estaba bien! ¡Joder pero no podía resistirme! Sentí sus tibios labios rozar los míos de una manera tierna, lenta y suave, que con el paso de los segundos se fue haciendo mas profunda. Nuestras respiraciones se habían vuelto entrecortadas y como no, si la intensidad del beso había sido tal que hasta nos costaba trabajo respirar.

- Ummm... - Un gemido escapo de mi garganta. Sentí las manos de Tom tocarme sin pudor, las piernas, el vientre, los senos, la garganta, hasta llegar a mi mejilla. Con cada rose me hacia estremecer. Bueno, habían sido muchas veces las que Tom y yo nos encontrábamos en tal situación pero nunca había llegado a algo más que un beso, caricias y nada más. Aunque muy en el fondo de mi ser quería algo mas. Necesitaba confirmar por mis propios medios que el sobrenombre “Rey del sexo” se lo tenia merecido. Pero, como la mejor amiga pues nunca había pasado nada más entre nosotros dos.
- Hacia tiempo que deseaba hacer esto – Musito entrecortadamente y es que las palabras le salían atropelladas
- Sabes…sabes que puedes hacerlo cuando tu quieras – Le dije y el sonrío mientras me seguía besando
- ¡Joder! ¡Es increíble como me pones! – Dijo, mientras comenzaba a chupetear mi cuello. Interpretando lo que me había dicho, me hacia pensar que tenia un cierto poder sobre el y bueno, aunque nunca lo había hecho las ganas no me faltaban y esta vez no pude controlarme. Lleve mis manos hasta su falo que a estas horas ya estaba lo bastante erecto y lo tome entre mis manos para después apretujarlo con fuerza – Uuuhmmm… - Gimió fuertemente ante mi agarre. Supongo que con lo que le había hecho había dado paso libre a lo que el quisiera hacerme pues en menos de dos minutos yo ya estaba solamente en lencería y el en boxers. La situación había llegado bastante lejos.

A comparación de las otras ocasiones en donde cortábamos lo que sucedía después de los primeros besos. Mi mente me decía que lo que hacia no estaba bien. Numero uno, porque el era mi mejor amigo, Numero dos, porque yo estaba total e irrevocablemente de su hermano y numero tres porque esto podría terminar mal. Pero por otra parte mi cuerpo me pedía otra cosa. Quería sentir sus caricias embargarme por completo. Recorrer cada parte de mi piel. Besarme con lujuria como ahora lo hacíamos. Simplemente lo quería para mí. ¡Quería sentirlo dentro de mí!

Después de habernos despojado de todo aquello que nos impedía tener contacto directo el empezó a deslizar sus finos dedos sobre mi piel clavando de vez en vez pequeños besos sobre mi boca y otras partes inespecíficas.

- To...Tom…es…esto no esta bien – Logre decirle entre jadeos. El ni se inmuto y siguió con lo que estaba haciendo. Hasta que después de unos segundos escuche su voz dirigirse a mi.
- ¿Deseas hacer esto? – Cuestiono. Evidentemente si deseaba hacerlo. Con todas mis fuerzas.
- S…Si… - Sisee
- Entonces no esta mal – Musito. Para después volver a acallar cualquier excusa que yo pudiera tener. Besándome salvajemente. Como pude logre dejar de besarle para volver a hablar
- Pe…pero…
- Vamos cariño, no hables, solamente disfruta – No pude decir nada mas. Simplemente seguí con nuestro amm… ¿Juego prohibido? Si, si, así se le podía llamar. Debo aclarar que jamás había pensado en tener sexo con Tom. Pero ya que se me estaba dando la oportunidad no la iba a desperdiciar. Sentí su falo golpetear en repetidas ocasiones contra mi entrada. Me estaba matando. ¡Quería que me follara de una buena vez! Siempre había pensado que era cosa de segundos para que el comenzara con la penetración y todo terminara pronto. Pero ahora me daba cuenta de lo equivocada que estaba.
- Abre las piernas – Ordeno. Y yo obedecí sin rechistar. El sentir sus dedos índice y medio tocar mi entrada hizo que lubricara mas rápido de lo que yo y seguramente el esperábamos.
- Hummm... - Gemí descaradamente
- ¿Te gusta? – Cuestiono viéndome desde donde estaba
- Pero que…que pregunta…cla…claro que me…me gusta – Respondí. ¡Joder a quien no le iba a gustar! Entonces comenzó a acariciar mi clítoris frenéticamente haciéndome sentir leves espasmos que después se harían más fuertes y continuos

==Narra Tom==

Introduje mi dedo medio a su vagina. Entrando y saliendo en repetidas ocasiones, como si se tratara de una penetración. El oírla gemir realmente me excitaba más de lo que cualquiera se podría imaginar. El sentir los ligeros espasmos que la atormentaban gracias al cúmulo de un sinfín de sensaciones me hacían seguir con mi trabajo, pero más frenéticamente hasta que ella tuvo su primer orgasmo. Con el cuerpo totalmente relajado me abrí paso entre sus piernas y comencé a introducir la punta de mi falo que a estas alturas parecía que se desbordaría como un río.

- Auuhmm… - Volvió a gemir. Lo que me hizo pensar que tal vez la estaba lastimando
- ¿Te duele? – Pregunte antes de seguir con lo que estaba haciendo.
- Un...Un poco…pero vamos sigue – Logro articular algunas palabras y con esto me dejo claro que a pesar que sentía dolor, lo estaba disfrutando. Cuando lo hube introducido completamente. Comencé a marcar un paso acelerado. El cual realmente me hacia disfrutar del momento. A pesar de que nunca me había imaginado llegar a tener sexo con ella. Era algo que realmente estaba disfrutando. Y es que era una diosa en la cama. - Oh...si...Tom vamos…más rápido...oh si… - ¡Joder! ¡Esta chica me ponía y mucho!
- Hummm... - No pude evitar gemir. Al sentir como mi pene se tensaba. Estaba a escasos minutos de poder llegar al momento cúspide. Nuestras respiraciones, que ahora eran jadeos era lo único que se escuchaba en la habitación. Y daba gracias a que nadie estuviese en casa. Porque de lo contrario, muchos sino es que todos habrían presenciado nuestro gran espectáculo. De un momento a otro se me nublo la vista. Y sentí como me corría dentro de ella. Igual corría peligro por no haberme puesto condón. Pero todo había sido tan repentino que ni siquiera tiempo me había dado de pensar en eso. Rogaba a dios porque ella si se estuviera cuidando. Empuje mi pelvis para penetrarla dos veces mas y entonces ambos nos desplomamos. Los dos habíamos conseguido llegar. La mire y note sus mejillas ligeramente sonrosadas. Su cabello totalmente húmedo y ese agradable aroma que había emanado su cuerpo tras nuestro gran esfuerzo placentero.

==Narra Bill==

Llegue a casa, después de un día agotador. David me había pedido que me quedara después de la junta que habíamos tenido en el estudio. Para darme unas cuantas indicaciones. Abrí la puerta y sentí la casa más acogedora que nunca. Realmente estaba cansado. No había dormido bien en las últimas semanas. Lo cual no me convenía en nada. Porque en las giras lo que dormiría seria menos de lo que regularmente acostumbraba. En realidad lo único por lo que me urgía llegar a casa era para ver a mi pequeña Mili. Esa era la única razón por la cual soportaba a todos los medios de comunicación. La única razón por la cual trataba de ser realmente feliz en mis conciertos. La única razón por la cual mi corazón latía desenfrenado tras el más mínimo acercamiento. Subí las escaleras y me dirige a la habitación de mi más grande sueño. Tenía el pomo de la puerta entre mis manos y justo cuando iba a girarla para abrir “Whatsername” de “Green Day” comenzó a sonar mientras que al mismo tiempo sentía un ligero cosquilleo en mi pantalón. Mi celular estaba vibrando.

==Narra Mili==

Escuche una cancioncita muy peculiar sonar afuera de mi habitación. Era…Ammm… ¿Whatsername?...si, si…de Green Day. Pero… ¿De donde la conocía? Ammm… ¡Ah si! ¡Ya lo recordaba! ¡Era el tono de llamada del celular de Bill!... Suspire profundamente sin darme cuenta de la situación en la que estaba. Y para cuando reaccione voltee a ver a Tom quien me miraba con los ojos totalmente abiertos y la boca ligeramente entreabierta.

- ¡Joder ese es el celular de Bill! – Dijo algo angustiado. Entonces ambos comenzamos a buscar nuestras ropas como desesperados y nos cambiamos lo más rápido que pudimos. Medio acomode la cama y encendí la Tv. y junto con Tom me recosté sobre la cama. Realmente estaba nerviosa y rogaba a dios que Bill no hubiera presenciado nuestra gran escena. Porque de lo contrario estaría perdida.
- ¿¡Mili!? – Escuche la dulce voz del pelinegro que estaba abriendo la puerta y asomando de poco en poco su cabeza. Permitiéndome ver su alborotada melena y sus ojos color chocolate perfectamente maquillados.
- Pa…pasa – Tartamudee
- ¿Interrumpo? – Pregunto al ver a Tom a mi lado.
- No. De hecho yo ya me iba – Musito Tom volteando a verme y clavando un pequeño beso tronado muy cerca de mis labios.
- Ah – Dijo mientras se sentaba en mi cama. Fue entonces que vi como Tom me guiñaba el ojo e instantáneamente salía de mi habitación - ¿Qué hacían? – Cuestiono Bill a lo que mi única contestación fue…
- Nada…
- ¿Nada? – Repitió con una ceja enarcada
- Solo platicábamos
- ¿Sobre tu viaje con nosotros a nuestra gira? – Preguntó con un tono de molestia en la voz
- ¿Cómo lo sabes?
- David me lo dijo – Inquirió. En realidad me preocupaba el tono de voz que Bill había tomado para conmigo. Nunca, ni siquiera cuando nos enojábamos. Me hablaba tan fríamente
- ¿Te molesta? – Pregunte nerviosa. Me temía que su respuesta fuera un si. No dijo nada y en su lugar me abrazo fuertemente - ¿Bill que pasa? – Pregunté
- No me molesta. Ni siquiera un poco. A decir verdad la idea me ha encantado… – Musito viéndome a los ojos. Era increíble como con tan solo una mirada me dejaba totalmente embobada. Lo cual no era bueno en lo absoluto. Porque esto podía provocar que el se diera cuenta del amor que le tenia… - Eres preciosa – Inquirió. Acaricio mi mejilla enternecidamente y se acerco hasta clavar un pequeño beso en mi coronilla.

==Narra Bill==

Me mataba el estar en situaciones como esta junto a Mili. No podía contenerme y si perdía el control en cualquier momento me abalanzaría sobre ella comiéndomela literalmente a besos. El haber encontrado a Tom en la habitación de “Mi” Mili me había calado hasta lo mas profundo y es que el no tenia ningún derecho. Vamos, igual se que Mili no es de mi propiedad pero el amor que sentía por ella me volvía realmente posesivo. El sentir de su cabecita reposar sobre mi pecho me hizo sentir una tranquilidad indescriptible. Por fin después de tanto tiempo mi pequeña Mili estaba nuevamente entre mis brazos. Hacia tiempo que no la tenía tan cerca. A no ser por esas ocasiones en que terminaba realmente cabreado por el aparente desinterés de Mili sobre lo que le decía. Lleve una de mis manos hasta su fino cabello rubio y comencé a acariciar tierna y lentamente. Verdaderamente no tenía prisa en que este momento desapareciera. Al contrario, quería encontrar un reloj con el que se pudiera parar el tiempo. Para estar eternamente con ella. Si, se que suena cursi, pero realmente es lo que muy dentro de mi ser deseaba. Aunque también muy dentro de mi ser, sabia que ya había alguien ocupando su lugar y lo que yo pensara o dijera terminaría en un intento por de mas fallido. Sinceramente me lastimaba todo lo que sucedía. Es decir, si había tenido mi tiempo para decirle que le amaba con toda el alma. Que sin ella mi vida era una mierda, pero como siempre la pena del gran Bill Kaulitz había dominado y eme aquí ahora. Lamentándome y callando lo que mi corazón me decía que gritara a los cuatro vientos.

- ¡Mili! – Le llame por su nombre. Ella solo giro un poco su cabeza para poder encontrar mi mirada
- ¿Hum?...
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Si claro, dime – Me respondió con voz tranquila. Como si lo que fuera a preguntarle me lo fuera a responder con toda la sinceridad del mundo
- ¿Eres feliz? – Cuestioné. Realmente me interesaba su respuesta. Porque de ahí tomarla una decisión muy difícil. Al menos para mí. Frunció el entrecejo, seguramente mi pregunta la extrañaba un poco. Nunca le había preguntado algo similar a lo que ahora le había cuestionado. Suspiro y expulso el poco aire acumulado en sus pulmones audiblemente y entonces negó con la cabeza ¿Acaso no era feliz?
- ¿Por qué me preguntas eso?
- Solamente quiero que me respondas… ¿Eres feliz? – Valla pregunta… Seguramente no quería responderme o se le dificultaba un poco el abrir sus sentimientos
- ¿En que sentido? – Cuestiono. Ante eso yo clave mí mirada aun más en la suya
- En todos…
- Tengo todo lo que alguien de mi edad puede soñar. Dinero, amigos famosos, una familia que me quiere y sobre todo, a alguien a quien amo por sobre todas las cosas. Entonces se puede decir que si, soy muy feliz – Inquirió. Nunca, en mis putos 20 años de vida podría haberme esperado alguna respuesta similar a la que ella me acababa de dar. Me había cortado las alas y ahora estaba cayendo a un negro y frío abismo donde no habría nadie, mas que yo.
- ¿Estas enamorada? – Una pregunta estúpida, pero que me vi obligado a hacer ante su dolorosa afirmación. Ella sonrío ampliamente y me temí lo peor. Un doloroso e irremediable “Si”.
- No servirá de nada negarlo. ¡Si! ¡Estoy locamente enamorada! – Tenia ganas de gritar. De salir corriendo y llorar como un niño al cual le han quitado su más delicioso caramelo. Luche contra el fuerte escozor que ahora atestaba a mis ojos. Contra esas terribles ganas traicioneras de llorar y regocijarme en su pecho pidiéndole que retirara sus palabras porque había alguien que la amaba más de lo que ella podría imaginar… - Bill ¿Pasa algo? - ¡Claro que pasaba! ¡Estaba destrozado!
- N...no… - musite. Tratando de sonar normal. Pero las ganas de llorar fueron más grandes que mi estúpido intento por no llorar y dos gotas de fluido salado recorrieron mis mejillas. Estaba llorando por ella…

Su semblante se descompuso. Se torno totalmente distinto a como lo tenia hacia un par de segundos. Quizá le lastimaba el ver como algo dentro de mí me lastimaba. Ahora era ella quien me abrazaba. Por un momento llegue a pensar que se burlaría de mí y me tomaría una foto para después ir a venderla por miles de euros. Atestando que había visto al gran Bill Kaulitz llorar. Pero no… era ella… y ella no era así. Acaricio mi cabello con tanta ternura que me dieron ganas de decirle que no me importaba que estuviera enamorada de alguien más. Que yo la conquistaría poco a poco y al final terminaría quedándome con su hermoso corazón. Con su dedo pulgar limpiaba mis lágrimas, haciendo que ella quedara completamente manchada de delineador, rimel y sombra negros. Pero parecía que eso no le importaba porque lo único por lo que se preocupaba era por mi, porque estuviera bien y porque dejara de llorar.

- ¿Qué es lo que pasa Bill? – Cuestiono con un tono de voz que no supe clasificar. En realidad no sabia si era lastima o si de verdad le dolía el verme así. Yo solo negué con la cabeza intentando no hablar, pero al mismo tiempo hacerle saber que no era nada
- ¿Bill?
- ¿Hum?...
- ¿Te puedo ayudar en algo?... - ¡Si! ¡Claro que podía!, pero evidentemente era yo quien no podía decirle que era lo que pasaba porque entonces si…seria un adiós definitivo
- No – Fue mi única contestación
- Vamos cariño, dime que es lo que pasa – Musito con un deje de ternura en su voz. Lo que me decía que si, Realmente estaba preocupada
- No lo entenderías – Y era cierto. No lo entendería
- Oh, vamos nene, dime que es lo que sucede, sea lo que sea yo lo comprenderé - ¡Claro que no!
- ¿Alguna vez te has enamorado de alguien que no te corresponde? – Pregunté. Fuera cual fuera su respuesta, no seria comparado a lo que yo sentía en este momento. Es mas, ni siquiera se le acercaría al sentimiento que ahora embargaba mi corazón
- Si, pero dime ¿Es eso lo que te puso así? – En otras condiciones le hubiera gritado que si, pero en el estado en el que me encontraba solo pude asentir con la cabeza. De verdad esto me estaba matando por dentro… - Las desilusiones amorosas son parte de la vida y no podemos cambiarlo. Es necesario sufrir para aprender a amar y no debes dejarte caer de esta manera ¿Entiendes? No debes Bill. Anda, ve y busca a una chica allá afuera. Escoge a una de esas tantas que dicen ser tus fans. Seguramente ellas te sabrán apreciar… - ¡No! ¡Yo solo te quiero a ti! Sinceramente las ganas de gritarle eso eran demasiadas
- Yo solo la quiero a ella – Chillé. Y era verdad, yo solo la quería a ella a nadie más…
- ¿Estás seguro de que ella no te corresponde? – Pregunto. Claro que estaba seguro, si ella en este preciso momento me lo había confirmado
- Si – Le dije en un susurro. El nudo que ahora tenia en la garganta me impedía articular más de una palabra. Ella negó con la cabeza y volvió a mirarme
- ¿Le amas demasiado? – Cuestiono.
- Mas de lo que cualquiera pudiera imaginar
- ¿La conozco? – ¡Joder! ¡Claro que la conoces!
- Si – Musite.
- ¿Me podrías decir quien es? - ¡Carajo! ¿¡Es que no te ha quedado claro que eres tú!?
- No serviría de nada
- ¿Por qué? – Preguntó. Pues porque eres tú y tú ya estas enamorada de alguien más, hubiera sido una buena respuesta. Pero no habría servido de nada contestarle así
- Porque ya me ha dejado claro que ama a otra persona – Ella me miro casi con lastima y negó con la cabeza
- ¿Y tu sabes quien es esa persona? - ¡No! Y daba gracias a dios por no saber quien era. Porque de lo contrario yo ya estaría rumbo a la cárcel por haber matado al desgraciado que me había quitado el amor de la chica que yo amaba
- No…
- ¿Y porque no se lo preguntas? - ¡Si claro! ¡Como si fuera tan fácil!
- Me dolería mucho saber su nombre – Musite tratando de no perder el control.
- ¡Entonces supéralo! ¡Anda date cuenta que hay mas de una persona que te ama! – Rugió. Esta vez si estaba molesta por mi terquedad
- ¡Joder! ¡Como si fuera tan fácil! – Grite. Perdiendo el control, realmente lo que menos quería era contestarle así
- ¿¡Entonces que piensas hacer!? ¿¡Deprimirte por esa tipa que no te sabe valorar!? ¿¡Le vas a dar la satisfacción de verte mal por ella!? ¡Ala…que eres Bill Kaulitz caramba! ¡Ve y búscate a alguien que te ame! – Inquirió. Perdiendo totalmente la paciencia e incorporándose de golpe frente a mi… - Ve y trata de ser feliz con alguien mas. No te decaigas por quien no lo merece. No lo hagas Bill – Dijo. Mientras señalaba hacia la calle y ahogaba un gemido lastimero que estaba a nada de salir de su garganta
- ¿Y que hay del amor? – Cuestione. Y esta vez la expresión de su cara se torno totalmente distinta. Ahora tenía una mirada apagada y sin la más minima señal de querer seguir discutiendo sobre el tema
- ¡El amor! ¡El amor! – musito. Alzando las manos teatreras… - ¡Deja el puto amor a un lado por una vez en tu vida! – Inquirió… - ¡Recuerda muy bien lo que te voy a decir! ¡Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar!...Así que deja de una vez por todas de lamentarte y sal a buscar a alguien que de verdad te merezca carajo… - Su respiración se hizo agitada y su pecho subía y bajaba en constantes ocasiones. Verdaderamente se encontraba enojada.

Muy en el fondo de mi me preguntaba si ella sabia que ella era la persona por la que estaba así, me preguntaba si algún día todo esto que me estaba diciendo podría tornarse a todo lo contrario, me preguntaba si algún día podría enamorarla y ser feliz con ella. ¡Joder! La vida si que era injusta. Después de tanto tiempo de buscar el amor verdadero y tras haberlo encontrado no podía estar bien, simplemente porque ese amor no me correspondía. ¿Seria correcto hacer lo que ella me decía? ¿Seria correcto tratar de olvidarla con alguien más? ¡Pero que dilema! Debo admitir, que en todos los conciertos me encontraba con muchas chicas lindas. Y como diría mi hermano “Buenas”. Que decían amarme, pero que claro, eso no eran más que palabras. Porque en realidad amaban a una imagen. Siempre había tratado de ser sincero en las preguntas que me hacían en las entrevistas. Incluso en las sesiones de fotos no tenia que fingir en una sonrisa porque con solo pensar en ella sonreía automáticamente. Sin tener que hacer algún esfuerzo. Estaba en una situación muy difícil y necesitaba el consejo de alguien muy cercano a mi ¿Y quien mejor sino Tom? Tenia que hablarlo con el, seguramente el me ayudaría. Aunque muy dentro de mi la decisión ya estuviera tomada. Haría lo que Mili me había propuesto. ¡La olvidaría! ¡Si! ¡Claro que lo haría!

==Narra Mili==

Se encontraba sentado frente a mí. Sin decir ninguna palabra. Tenía la mirada agachada y golpeteaba el suelo insistentemente con su pie. Derepente alzo la mirada y me regalo una sonrisa. Se levanto de su asiento y me tomo del hombro.

- Tienes razón – Fue lo único que me dijo y después salio de mi habitación.

El haberle visto llorar me había destruido por dentro. Jamás en toda mi puta vida creí poder llegar a verle llorar por alguien. Pero eme aquí, dándole consejos de amor. Rogándole que se olvidara de esa gilipollas de la que estaba enamorado y se diera cuenta de que había muchas mas personas que le amaban. Que se diera cuenta que había muchas otras personas que darían la vida por salvar la suya. Que se diera cuenta que en realidad había personas que lo podían hacer feliz. ¡Que se diera cuenta que una de esas personas era yo!

Me deje caer sobre el colchón, cerrando los ojos para poder digerir todo lo que había pasado. Necesitaba pensar. Necesitaba hacerle saber cuanto le amaba. Pero la pregunta predilecta ¿Cómo? ¿Cómo hacérselo saber? ¿Cómo hacerle ver que yo era una de esas personas? ¿Cómo hacerle sentir cuanto le amaba? ¿Cómo demostrarle que sin el yo moría lentamente?...

Por otra parte estaba Tom. ¡Había follado con el! No me arrepentía de haberlo hecho, pero si me sentía rara. Ahora ¿Con que cara lo vería? Bueno, se que muchas hubieran dado todo por estar en mi lugar y follarse al “Rey del sexo” y bueno para ser sincera ese sobrenombre se lo tenia bien merecido. Me levante de la cama y me duche. Ya era tarde. Las 9:40 P.m. y necesitaba descansar porque seguramente en los próximos días no dormiría nada.

==Narra Tom==

Me desperté un poco tarde, aunque no me preocupe porque no tenía nada que hacer. Bueno, en realidad solo tenía que decirle a Mili que partiríamos mañana a Los Ángeles, que era nuestro primer destino. Valla que el solo pensar en ella hacia que el corazón me latiera frenéticamente y sonriera de oreja a oreja. A pesar de tener el deseo de follarmela desde ya hacia mucho tiempo. Había sido totalmente diferente a como yo lo había imaginado. Rápido, satisfactorio y bueno. Pero esta vez había sentido algo que con ninguna otra. Me había puesto nervioso y a pesar de no ser inexperto, me sentía de esa manera. Jodido Bill, de no ser por el. Me la hubiera podido follar lo que restaba del día. Ni siquiera me había bañado después de tener sexo con ella. No quería quitarme su agradable aroma perfumando mi cuerpo. No podía sacarme los gestos que hacia mientras la hacia mía. Los gemidos que soltaba tras las constantes embestidas que le propinaba para lograr llegar al clímax. ¡Carajo! ¡Pero si esa chica era perfecta! Y yo Tom Kaulitz, podía decir con toda seguridad que me la había follado.

De no ser por los leves toquidos de la puerta resonar en mis oídos hubiera seguido pensando en ella. Y quien quita hacerme una paja pensando en ella.

- Adelante, esta abierto – Inquirí. Y entonces vi a Bill entrar a mi habitación
- ¿Puedo hablar contigo? – Preguntó. Bueno, no podía negarme, pero estaba claro que no quería hablar en lo absoluto
- Si, claro…
- Tom… - Pronuncio mi nombre y agacho la cabeza
- ¿Qué paso? – Cuestioné. A pesar de todo, no me gustaba verle así
- Necesito que me des un consejo…
- ¿Sobre? – Pregunte enarcando una ceja
- Estoy enamorado - ¡Ala…este cabrón había venido a interrumpir mis pensamientos para hablarme sobre amor! ¡Como si no supiera que yo no creo en esas pavadas! - ¡Tom estoy enamorado! – Volvió a repetírmelo pero con un poco mas de alegría
- Valla hermanito, por fin dios nos ha hecho el milagro… pero haber dime ¿Quién es la afortunada? – Ante mi pregunta el sonrío ampliamente y me miro directamente a los ojos.
- No me lo creerías si te lo digo – Este hijo de puta sabia como hacerme rabiar. Si bien sabia que no me gustaba que me anduvieran con rodeos
- Ala, Bill, dime quien es – Musite. En tono desesperado
- OK, OK, es…Mili – ¡Pa la madre! ¡Este cabrón se había enamorado de nuestra mejor amiga! ¡De la chica con la que había follado la noche anterior!, no dije nada y me quede callado. Con la boca ligeramente abierta aparentando sorpresa. Y bueno, mas que aparentar… Realmente estaba sorprendido
- ¿Mi…Mili? – Tartamudee
- Si – Afirmo para enseguida agachar la cabeza
- Bueno pues es bonita, me alegra que por fin hallas encontrado el amor enano – Inquirí
- Si verdad – Me dijo con la mirada gacha
- ¿Y ahora que es lo que te pasa? – Pregunté algo extrañado por su actitud, si debería estar feliz y estaba triste
- Hay un pequeño problema - ¡Y empezamos con problemas!
- ¿Cuál? – Cuestione
- Ella esta enamorada de alguien más – Su respuesta me dejo totalmente helado. De verdad esperaba que ese alguien no fuera yo. Porque yo soy Tom Kaulitz y yo no puedo tener una relación. Y menos con mi mejor amiga.
- ¿Estas seguro?
- Si Tom, ella misma me lo dijo - ¡Mierda! ¡Por lo visto lo había lastimado!
- ¿Te dijo de quien?
- No quise preguntarle - ¡Joder Bill! ¿¡Porque jodidos eres tan imbecil!? ¡Cuando debes darme información completa no lo haces!
- ¿Y entonces como sabes que esta enamorado de alguien mas?
- Joder Tom, es obvio. Se le ve en la puta mirada. Como se queda pensativa. Como cuando le hablo no me toma ni la más minima atención. Como sonríe al mencionar al susodicho – Bueno eso era verdad. Si hasta a mi me lo había hecho. ¿¡Pero como era que había follado conmigo si estaba enamorada de alguien más!? Bah, para que me hacia preguntas, si lo que había pasado entre nosotros no nos comprometía en nada. Ella bien lo sabía.

Ver a Bill de la manera en la que se encontraba me hizo darme cuenta cuan importante era para mi. De verdad lo veía mal. Y lo peor era que todo era a causa de nuestra mejor amiga.


Continuara…

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