domingo, 26 de diciembre de 2010

Capítulo # 14

AAAHHHH HOOLAAA… YAA MINEEEEE xDDDD AAJUUUAAA & SIII KE LEESS VENGOO A DEJAAARRR KAAPIII… :D SI SI SI SI SI NO LES MIIEENTOOOO ES KE AHORA SI ME APURE DEMASIADISIMO. ES KE DIJE, MISS LEKTORAAS SEE MERECEEN KAAPII DESPUEES DEE BANKARMEE & ESPERARMEE TANTISIIMOO TIEMPO & JODEERR KE HAA SALIIDOO SOLITO, SI LES DIGO KE KUANDO ME LO PROPONGO LOS KAPIS ME SALEN RAPIDO… PERO OBVIOO PSS KON ESTO DEE LA SALIIDAA DE LA ESKUELAA & SIN REPROBAR NINGUNA MATERIIAA PSS AYUDOO BASTANTEE LA VD…

BUENO IGUAL ESO DE SALIR DE VAKACIOONESS NO MEEE ENKAANTAA TANTOO XK PFFF DEJAREE DEE VEERR AL RAAPEERIITOO ¬¬’ … JAJAJA SI BUENO ES KE SEPASE KE HEE ENKONTRADOO AAL DOBLEEE DEE TOOOMM KAAAULIITZZ!!!! JOOODEERR & EEN MI PROPPIIAAA ESKUEEELAAA JAJAJAJA… HAAYY NOOO YOO DEE VD... KUANDOO LO VII X PRIMERAA VEEZZ DIIJEEE O_O TOOOMM KAAULIITTZZZ JAJAJA PEROO PSS YA DESPUESS KUANDO ME ACERKEEE A ÉEL OO BUENOO MASS BIEEN KUAANDO ME LO PRESEENTARONN RESULTAAA KEE SUU NOMBREE ESS RAAÚL & NII X ASOOMOO SABEE KIEEN ESS TOOMM, PERO IGUAL NO PREOKUPEEISS KE YA ME HE ENKARGADO DE KEE LOO SEEPAA JAJAJAJA... YO KREO KE YA HASTA LO TRAIGOO HARRTOO PERO NO IMPOORTAAA… SII YOO SOYY BIEEEN MOLESSTOONAA KUANDOO KIIEROO…

PERO YA NO IMPORRTAAA… YA LO VEEREEE DESPUUEESS… AUN MEE KEDAA AÑOO & MEEDIOO EN ESA ESKUEELAA, ASÍ KEE PSS LO SEGUIREE VIEENDOO X TODOO ESEE TIEMPOO JAJAJA… YO KREO HASTA KE LLEGUE EL 2012 & MORIRE EN SUS BRAZOOSS JAJAJAJA… A PERO ESO SII ANTESS LEE ROBOO UN BESSOO & MEEE LOO LLEVOO A UNN HOOTEEEL PARAA DECIIRLEEE… HEEYY YOUUU PREESTAA JAJAJAJAJA… OK NO… YA MEJOR ME KALLOO… OSS AMOOO NEENAASS, MIL GRACIIASS X LEERMEEE…

X CIEERTOOO EL KAAPII ME SALIOO KON MUCHISIMOS DIALOOGOOSSS… ESPEROO KE SEEAA DE SUU AGRAADOO… AHORAA SII AAA LEEERR….

KIERO KOMENTSS…


Capítulo # 14

- Estas advertida Ashley, vuelves a tocarla y entonces si te veras en serios problemas ¿entendiste? – La castaña seguía con los ojos abiertos de par en par, quizás le sorprendía de sobremanera todo lo que Viktor le decía
- Si – movió la cabeza en señal de haber entendido y de haber podido me habría echado a reír hasta el cansancio
- Ahora vete – Ordenó el mandamás y la chica ni tarda ni perezosa salió al instante del lugar. Viktor me observó sonriente mientras Brianda seguía curando mi herida
- Veo que empiezas a ejercer los poderes que tienes aquí – musitó satisfecho, le miré con recelo y rodé los ojos
- No precisamente – fruncí el entrecejo – sólo hago lo que es más conveniente para mí – mascullé observándole detenidamente
- Mili… Mili… Mili… - chasqueó con la lengua y negó – eres más inteligente de lo que llegué a pensar – sonreí – pero para ser tan inteligente también eres demasiado arriesgada – asentí
- El que no arriesga no gana
- Pero tú arriesgas demasiado… ¿Sabes que de haberlo querido ella te hubiese matado en un segundo? – torcí la boca
- Si, pero ¿sabes algo?, eso hubiese sido lo mejor para ambas
- No lo creo
- Si mira… las dos hubiéramos salido ganando – Viktor me miró fijamente y arrugo de más la frente aun sin comprender mis palabras
- ¿De que estás hablando?
- Mira te explico… al provocarla ella me hubiese podido matar, yo habría tenido la satisfacción de haberla echo enojar y ella la de acabar conmigo
- ¿Y según tú eso es bueno para las dos?
- Aja
- ¿Por qué?
- Pues porque de haberme matado al final ustedes también la habrían matado, pero eso no es lo que me importa, más bien lo que me importa es que al estar muerta yo, ya no habría quien peleara contra Bill, porque prácticamente él sería el ganador y entonces yo podría descansar tranquila porque ya no habría quien le hiciese daño – El viejo abrió la boca sorprendido e intentó intimidarme con la mirada tan penetrante que poseía. Quizás tiempo atrás lo habría logrado, pero ahora eso era prácticamente imposible, eso ya no servía
- He terminado – musitó Brii y yo le sonreí
- Bien, entonces ¿nos vamos? Digo, estoy cansada, yo si necesito dormir – ella asintió y enseguida volteó a ver a Viktor
- ¿Se te ofrece algo mas? – preguntó, él negó
- No… ve tranquila y por favor no la dejes sola, no queremos que la maten ¿O si?
- No claro que no – balbuceó como espantada negando frenéticamente con la cabeza

Ambas nos levantamos de donde nos encontrábamos sentadas y caminamos hasta la gran puerta de madera barnizada en color café, Brianda fue la primera en salir y tras ella lo hice yo. Me sentía cansada, claro estaba, pero mas que eso lo que quería era tener un momento a solas, porque a pesar de saber que todos ahí me conocían y sabían del gran poder que tenía sobre ellos, ya me había cansado ser la comidilla de todos en el lugar.


// Narra Tom //


Desperté y observé el reloj de mesa que estaba sobre el buró a lado de mi cama. ¡Joder! Eran las tres de la mañana y yo nada que había podido pegar el ojo, si bien eso no me preocupaba, si me inquietaba el hecho de no saber nada sobre mi pequeña. Aún no entendía bien el porque de querer seguir pensando en ella, al principio creí que era costumbre, pero al transcurrir las horas me daba cuenta de que no… no era costumbre, era más bien ese hueco en el pecho que solo ella podía llenar y que me lastimaba de sobremanera.

Me levante por tercera vez en la madrugada y caminé hasta el baño, encendí la luz y ahí frente al espejo estaba yo, con los ojos rojos y una cara de zombie que me incomodó demasiado. Pero era normal, no había podido pegar los ojos en toda la noche y por el trabajo en todo el día no había tenido descanso alguno.

Por un momento llegué a querer ser cómo mi hermano. No hablo de lo físico, porque si bien en eso éramos casi iguales, más bien quería dejar las preocupaciones a un lado, quería poder pensar que todo estaría bien, quería poder tener todo lo que yo quisiera y eso obviamente incluía a mi pequeña. Porque mientras yo la había perdido, él la había recibido con los brazos abiertos y eso obviamente a mí me dolía.

Me dolía haber sido reemplazado por mi propio gemelo, si bien, yo siempre había sabido que ella lo amaba a él, pero el verme remplazado en un abrir y cerrar de ojos le había pegado a mi orgullo y evidentemente a mi corazón también, aunque eso, no lo demostrara a todos los que me rodeaban.

Recargué las palmas de mis manos sobre el lavabo y me miré nuevamente en el espejo. Tenía auténticas ganas de querer ponerme a llorar, pero a la vez no quería hacerlo, porque sentía que al hacerlo toda mi chulería y gigoloes quedaría tendida por los suelos y no quería eso, al menos no sabiendo que sería gracias a la misma chica por la que había decidido darme una oportunidad en el amor, por la que había pintado mi mundo de color rosa, por la que había llorado hasta el cansancio, por la que había sonreído cuándo creí no poder hacerlo y por la que todos mis problemas desparecían de súbito cuándo me regalaba una sonrisa. Porque a su lado no existía nada más, porque a su lado simplemente todos mis problemas se venían a convertir en polvo porque siempre tenía la solución a todos ellos.

Quería poder olvidarla… no importaba la forma en que lo hiciese… solo quería poder hacerlo para así poder volver a sonreír con ganas y no por compromiso, como lo había venido haciendo desde hacía ya un buen tiempo. Suspiré y regresé a la cama, cerré los ojos queriendo dormir pero no lo logre, así que opte por ver la tele. Hice zapping no se cuantas veces hasta que deje el control remoto en paz y la Tv. en un canal de caricaturas. No importaba mucho que programa estuviera, en realidad ya nada me importaba en lo absoluto. Sólo quería dejar de pensar en todos los problemas por los que había estado atravesando y que no me dejaban en paz ni un misero segundo.

De pronto un sonidito bastante peculiar para mí me hizo volver a la realidad. ¿Era Wer ich Bin de Samy Deluxe? Si… definitivamente si lo era, me sabía bastante bien esa canción como para no conocerla y admiraba demasiado a ese cantante como para no reconocer su voz. Después de un par de segundos localicé mi móvil que era el que hacía ese sonidito tan conocido para mí y me levante de la cama para cogerlo. Cuándo lo hice abrí la tapa sin siquiera ver primero quien era quien hablaba y contesté.

- ¿Hola?
- ¿Tom? – esa voz… joder ¡Esa voz!
- ¿Pe… pequeña?
- Si Tom soy yo – y una ola de calma llegó hasta mí
- Nena… pero ¡Diablos! ¿¡Dónde te has metido!? – Mi corazón latía desbocado y la razón obviamente era ella
- Tranquilo… no te puedo decir con exactitud dónde estoy, pero me encuentro en Rusia - Entonces ¿Era cierto? – sé que probablemente sea tarde en México, porque al parecer y por lo que me han dicho… aquí y allá son horarios diferentes, lamento haberte despertado, pero no había podido llamar antes – musitó un tanto apenada por el hecho de creer que me había despertado, pero que rayos importaba que me hubiera despertado o no, lo que importaba aquí era que ella estaba bien y por fin me dejaba escuchar su melodiosa voz
- Hummm... pues si, tienes razón, aquí es tarde… son las – volteé a ver el reloj de mesa – tres cuarenta y cinco de la madrugada, pero no te apures, igual no estaba dormido
- ¿Cómo que no estabas dormido Tom? ¿Qué eres alguna clase de especie subnormal? Digo… porque una persona normal a esa hora esta dormida ¿O es que acaso te fuiste de juerga? – preguntó y pude distinguir a la perfección ese tonito de inconformidad y reproche. Sonreí
- Claro que no, no me he ido de juerga y tampoco soy un subnormal como tú me acabas de llamar, es más bien que no he podido pegar los ojos en toda la noche porque a cierta señorita se le ocurrió largarse sin siquiera avisarnos y sucede que estaba preocupado
- Oh… bueno… emmm… pues siendo por eso que no has podido descansar te sugiero que no te preocupes tanto por esa señorita – valla chiquilla, sólo cuándo le convenía me pedía que pensara en ella – Además… ¿Qué Bill no te aviso que la señorita por la que no has podido dormir mando a decirle que estaba bien? - ¿¡Qué!? Y más ¿¡Qué!? Puto Bill ahora si me las pagaría
- No… no me dijo nada – rodé los ojos – pero bien podrías haberme llamado tú y decirme en persona que estabas bien ¿O no?
- Emmm… bueno si, pero Tom… estuve ocupada todo el día, de verdad no he parado ni un segundo, discúlpame
- Y ¿Se puede saber a que diantres fuiste a Rusia? – pregunté sin siquiera decirle si la disculpaba o no por no haberme avisado
- Oh, bueno, lo que pasa es que… - y el silencio se hizo, por lo que supe que cualquier cosa que me fuese a decir probablemente sería mentira
- ¿Sabes que? Mejor no me expliques nada, igual no soy nadie para cuestionarte – inquirí con un tonito de voz lo bastante cabreado como para hacérselo notar
- Oh… vamos Tom no digas eso… sabes que eres una persona muy especial para mí y estas en todo tu derecho de preguntar sobre dónde es que me encuentro
- Aja
- Tom por favor no te enojes – pidió, en realidad no lo estaba y tampoco tenía planeado hacerlo, pero tenía que mostrarme firme ante ella, porque de lo contrario seguiría haciendo lo que le diera la gana
- No estoy enojado… - dije fríamente
- ¿Entonces porque me hablas así?
- Porque así hablo yo
- No Tom… tú no hablas así – sonreí
- No estoy enojado pequeña, solo que a veces me saca de mis casillas que hagas lo que se te plazca sin siquiera avisarnos… ¿Sabes todo lo que hice cuándo me di cuenta de que no estabas en el hotel? – Ella negó – pues me hubiera gustado que lo supieras, así quizás entenderías un poco mi actitud
- Bueno ya… perdón – balbuceó
- Hay bonita, contigo no puedo estar enojado… obvio si te perdono – cedí. Quizás no debía hacerlo, pero es que simplemente con ella nadie podía enojarse
- Jajajaja – se carcajeó y en vez de pedirle que dejara de hacerlo la deje seguir, su risa era como música para mis oídos – Bueno pues… ahora que me has perdonado creo que es hora de que duermas – musitó yo negué
- No… no pequeña, no quiero dormir – mascullé
- Pero… pero mañana tienes un concierto que dar Tom, no querrás que tus fans te vean como zombie ¿O si? – Viéndolo desde el punto en que ella lo veía quizás lo mejor si sería dormir, pero la oferta de desvelarme para poder escuchar su voz toda la noche era bastante tentadora
- Huummm… pues creo que prefiero escucharte toda la noche, digo, ya que no te vi en todo el día creo que es justo ¿No te parece?
- Pues, si, creo que es justo, pero Tom… David querrá medio asesinarte cuándo te vea cargándote la carita que seguramente traerás para mañana
- ¿Y que? Igual ya habré disfrutado
- Hay Tom… eres tan testarudo
- Lo sé, pero así soy yo – inquirí y seguí hablando.

En realidad no sé cuánto tiempo había transcurrido desde que la llamada había entrado, pero ¿Qué más daba? ¿Que más cuando tenía a lo que más amaba tan lejos pero tan cerca? Sonreí para mí mismo, trataba de dejar de hacerlo, pero simplemente no podía. Me sentía pleno, feliz, porque todos esos pensamientos estúpidos sobre las dudas del amor de mi pequeña quedaron tendidos por los suelos cuándo ella misma me dejo claro que me quería y que yo era alguien sumamente especial para ella.

Si, bueno, quizás no me quería como yo a ella, pero a pesar de eso sabía que era afortunado, tal vez no más que mi hermano, pero afortunado al fin y al cabo. Ella era lo que yo más amaba y por ende yo tenía que aceptar sus sentimientos tal y como eran. Su voz… sólo eso y no más. Era todo o nada y afortunadamente yo lo tenía todo porque la tenía a ella y a sus palabras que me daban las fuerzas para encontrar a alguien a quien yo pudiese darle mi amor y fuese correspondido.

La luz comenzó a penetrar por la ventana, iluminando las cobijas de la cama y parte de mi brazo que estaba sobre estas. Increíblemente no tenía sueño. La estaba pasando realmente bien platicando con ella y fue por eso que tras colgar un momento en el que aproveche para ducharme volví a llamarle y proseguí con esa charla tan larga pero a la vez tan placentera como lo era la que estábamos teniendo desde hacía ya un par de horas.

- ¿Entonces no sabes cuándo regresaras? – pregunté por quinta vez y también por quinta vez mi pequeña negó
- No nene, no sé cuándo regresare, pero espero que sea pronto – murmuró luego de bostezar. Yo con lo entretenido que estaba con ella no había tomado en cuenta que quizás con el viaje y todo ella estaría muerta de cansancio
- Hay pequeña, dirás que soy un desconsiderado contigo, yo aquí hablando como perico y tú andas cayéndote de sueño – farfullé apenado
- No te preocupes – Volvió a bostezar – igual es lindo volver a platicar contigo, hacía mucho tiempo que no hablábamos así – balbuceó y me enternecí. Ya ni siquiera podía hablar bien, por lo que decidí dejarla descansar
- Pequeña creo que lo mejor es que te deje dormir – musité – necesitas descansar y mis ganas de querer seguir platicando contigo no te ayudan en nada
- Oh Tom… yo… yo también quisiera seguir platicando contigo, pero… pero – Y otro bostezo más – pero si necesito dormir – reí en silencio y asentí
- Está bien, te dejo dormir entonces
- Me parece bien, pero… te llamaré ¿está bien?
- Claro… hazlo cuándo puedas, no te apures – dije tratando de entenderla un poco
- Bueno pues entonces te hablo luego – asentí – te quiero
- Yo también – y colgó

Me levanté de la cama y empaque todas mis cosas. Bueno, debía hacerlo porque mañana por la mañana partiríamos rumbo a Londres y por lo que tenía entendido sería un viaje bastante largo. Suspiré casínamente y terminé de levantar todo lo que me faltaba. El cansancio comenzaba a hacer acto de presencia, pero no podía darle el gusto de dominarme.

Tomé unas gafas enormes de mi maleta y me las puse, tenía ojeras y seguramente tendría que recurrir a Natalie para esconderlas, además de que también tendría que beber café como loco para no caer rendido. Salí de mi habitación dejando absolutamente todo preparado, quizás hubiera sido bueno arreglarlo todo hoy por la noche, pero dudaba que el cansancio me lo permitiera.

Bajé por el ascensor y para cuándo las puertas se abrieron me di cuenta de que el único que hacía falta ahí era yo. David sonrió al verme, intente hacerlo yo también, pero no pude, el cansancio me consumía cada vez más.

- Hombre Tom hasta que llegas – asentí desganado y Georg caminó hacía mí – joder pero ¿Qué no has dormido bien? – preguntó
- No… - fue mi única contestación
- Pero mira que carita traes – masculló burlón Gustav arrebatándome las gafas
- Vamos Gus, déjate de tonterías y regrésame eso – estiré el brazo abriendo y cerrando en repetidas ocasiones la mano, pidiéndole que me devolviera lo que me había quitado
- Huy pero que genio – farfulló el rubio y me regreso las gafas. Volví a ponérmelas y observé como Bill caminaba en mi dirección
- Emmm… Tom – me llamó, alcé la vista – bueno, mi princesa se ha comunicado conmigo… emmm… no personalmente pero me avisaron que está bien – asentí – al parecer le pidió a su amiga que me dijera a mí que yo te dijera a ti que está bien, que no te preocupes, que no se ha ido por ti, es sólo que al parecer tiene cosas que pensar – volví a asentir, Probablemente él pensaba que yo saltaría de la alegría por la noticia, pero aparte de no tener las fuerzas suficientes para hacerlo yo ya estaba más que enterado de lo que él me decía
- Gracias – respondí y noté como Dunja bajaba del ascensor
- Tom… ¿Te sientes bien?
- Si ¿Por?
- Es que te noto raro – negué
- Tengo sueño… eso es todo
- ¿Necesitas algo? – frunció el ceño y se rascó la cabeza
- Hummm bueno ya que lo preguntas – apreté los ojos y volví a abrirlos - ¿Podrías decirle a Natalie que necesito de su don urgentemente? – Bill asintió y sin decir más caminó hacia dónde estaba su maquillista
- Hola Tom… - saludó Dunja
- Hola Dun... ¿Cómo estas? – cuestioné
- Pues yo bien, pero al parecer tú no ¿verdad? – Negué - ¿Puedo hacer algo por ti? - preguntó y yo asentí
- ¿Podrías traerme un café bien cargado por favor?
- Claro – Y se perdió en alguna parte del hotel, dónde seguramente encontraría lo que le había pedido.

David comenzó a dar indicaciones mientras los chicos y yo solo asentíamos. Al parecer sería un día agotador. Natalie y Bill fueron los primeros en salir, después de ellos le siguieron Gus y Georg. Volteé hacia mí alrededor para ver si Dunja aparecía con mi café, pero no la vi por ningún lado, así que opté por salir rumbo a la minivan.

Cuándo llegué a mi destino me despatarre sobre el asiento y recargué mi cabeza sobre el respaldo del mismo. Cerré los ojos y entonces comencé a entrar en un trance dónde apenas si podía darme cuenta de las cosas que sucedían a mí alrededor. Escuché las voces de mis compañeros muy lejanamente y mis ojos terminaron de cerrarse para dejarme sumergido en un profundo y placentero sueño.


// Narra Bill //


Notaba a Tom raro, estaba cansado, bien lo sabía, pero aparte de eso había algo más. Quizás eran alucinaciones mías pero yo lo veía feliz. Con una sonrisa radiante de oreja a oreja y si bien eso no me incomodaba si me asustaba un poco porque el día anterior él estaba que se lo llevaba el demonio y de buenas a primeras aparecía aparte de desvelado feliz.

- ¿Aquí viene Tom? – preguntó Dunja asomando la cabeza en la furgoneta
- Si ¿Por qué? – contestó Georg
- Bueno es que – le mostró el vaso de café que probablemente sería para Tom y el lacio asintió
- Se quedo dormido, el camino al parecer será de una hora, dos máximo, lo mejor es que duerma, si quieres dámelo y cuándo lleguemos al recinto que se lo calienten para que se lo tome – Dunja asintió y le entregó el vaso de café a Georg
- Ni se te ocurra tomártelo Georg – advirtió Gus y el lacio rodó la mirada
- Claro que no…

Toby arrancó la furgoneta y salimos directo al recinto dónde nos presentaríamos por primera vez ante nuestras fans mexicanas. Sentía nervios y las manos no dejaban de sudarme, sin embargo sabía que al igual que siempre todo resultaría todo un éxito. Así, nuestras fans serían felices y nosotros podríamos viajar a Londres con toda la satisfacción de haber echo un buen trabajo en un país dónde aunque nuestro idioma no era el mismo, la afición de las chicas si era compartida.

Observé fijamente a Tom… a pesar de que dormía tenía los labios curvados en una media sonrisa. Sonreí de igual manera y me di cuenta que no importaba el motivo por el repentino cambio de humor de mi gemelo. Lo que importaba era que él era feliz y que lo daba a demostrar a todos en el lugar.

A pesar de que ambos estábamos enamorados de la misma chica yo lo quería. Era mi hermano y no podía dejar de sentir ese cariño tan grande y especial por él. Anhelaba con toda el alma que él lo entendiera, que me tendiera la mano y me ayudara a salir tanto a mí como a mi princesa del profundo hoyo en el que nos encontrábamos. Porque aunque todos ahí lo ignoraran, las cosas entre mi princesa y yo no eran tan fáciles como parecían.

- Bill – me llamaron y tuve que volver a la realidad
- ¿Qué? – cuestioné y Natalie frunció el ceño
- ¿Estás bien? – preguntó, asentí
- Si… ¿Por qué?
- Bueno, es que, parecías pensativo – masculló
- Ah eso… no, no es nada – me encogí en hombros – sólo… sólo me siento culpable por el desvelo de Tom – musité y la rubia enarcó las cejas
- ¿Y tú porque? Digo… nadie lo mando a dormirse tan tarde – inquirió viendo de mala gana a mi hermano. Sabía que ellos dos nunca se habían llevado bien, pero aún y con el paso del tiempo, a mí me seguía incomodando la mirada malhumorada que Natalie le propinaba a Tom sin que se diese cuenta
- Seguro se desvelo pensando en Mili…
- Pero tú no tienes la culpa de eso
- Si… si la tengo, porque ella se comunico conmigo y me hizo saber que estaba bien. Le avise a Gus y a Georg pero a Tom no y pues… creo que si le hubiera avisado él no estaría así – Nat rodó la mirada y se cruzó de brazos recargándose totalmente sobre el respaldo del asiento
- Yo no se porque se preocupan tanto por ella – Le observé confundido. Ella volteó a verme – Digo… se que alo mejor estoy mal, pero si ella se fue sus razones tuvo ¿No? Además no se porque se alarman de tal manera. Ayer Tom puso a medio hotel a buscarla ¿Y todo para que? Para que la señorita no se dignara a por lo menos llamarle y darle las gracias – negó frenéticamente con la cabeza como dando a demostrar su desaprobación y suspiró volteando a la ventana – y bueno, en todo caso ella no es indispensable aquí. Sé que es tu novia pero la verdad es que sólo viene o bueno… venía como invitada. – fruncí el entrecejo y pensé en reclamarle. También sabía que entre ella y mi princesa nunca había habido química y por lo mismo nunca llegaron a ser más que conocidas. Pero me molestaba de sobremanera que ella viniese a hablar de esa manera de mi novia
- Bueno, pero ¿Tú que puto afán tienes de hablar mal sobre Mili? ¿Ah? – preguntó Georg malhumorado – Si para ti ella no es importante aquí, es cosa que viene a importar más bien nada… en todo caso la opinión que importa aquí es la de nosotros ¿No? Y si ella viene o no como invitada es cosa que a ti no te importa y ni debería importarte. Ella no te pide para comer y mucho menos necesita de tú servicio como maquillista. Que te quede bien claro que si tú trabajas aquí es nada más por este greñas locas que insiste en seguirse maquillando – me apuntó con el dedo y enseguida volvió a bajarlo. Le miré atónito, nunca… en todo el tiempo que Nata tenía trabajando para nosotros él la había enfrentado como ahora – pero de lo contrario créeme que la que no sería indispensable aquí serías tú. Si mi flaca no te cae bien pues ni modo, ese no es nuestro problema, ella viene con nosotros no contigo y si no puedes aceptarlo pues entonces las puertas están más que abiertas. Porque así como tú en un abrir y cerrar de ojos conseguiste este trabajo así lo puedes perder y puede que llegue otra persona que hasta llegue a caerle bien a Mili y entonces tú pasaras a formar parte del staff incompetente que ha decidido renunciar porque no soportan el paso tan acelerado que lleva Tokio Hotel. Así que piénsalo Natalie, o dejas de joderle la vida a mi amiga o te vas despidiendo de tu estúpido empleo – abrí la boca sorprendido y para cuándo me di cuenta Natalie veía furiosa a Georg

Preferí no decir nada… ambos eran mis amigos. Nata a pesar de no llevarse bien ni con mi gemelo ni con mi novia era más que una conocida para mí, ella me había apoyado cuándo mas lo necesite, estuvo a mi lado y me regalo una palabra de aliento sin que yo se lo pidiese y eso definitivamente era muy significativo para mí.

No entendía porque la mayoría ahí no se llevaban bien con ella. Sabía que era grosera y todo, pero cuándo aprendías a tratarla podía ser lo más divertida posible. Y conmigo lo era así y era por eso que a pesar de que habían pasado ya un par de años desde que ella había comenzado a trabajar para nosotros o en todo caso y como lo había dicho Georg para mí no terminaba de entender porque conmigo era tan diferente que como con Georg, Gustav, Mili y Tom.

Quizás eran paranoias mías o ya veía muros con tranchetes, pero muy en el fondo sentía que todos la trataban mal, por eso ella los trataba mal y era por eso que no podían llevarse bien.

Muchas veces tanto los chicos como las fans e incluso David me habían dicho que Natalie quería algo más que una amistad conmigo, pero yo nunca les hice caso. A mi parecer eran supersticiones tontas de todos ellos. Ella era linda conmigo, pero eso no quería decir que sus ayudas y tratos cariñosos para conmigo tenían su fin ¿O si?

Además en todo caso yo sólo veía a Natalie con ojos de amigo, era guapa debo admitirlo. Quizás el hecho de que fuese más grande que nosotros le hacía notar ya sus añitos. Un par de arruguitas en el rostro que ella sabía cubrir a la perfección con maquillaje, pero eso no importaba, era bonita, pero no al grado para que yo me llegase a interesar en ella como algo más que como amiga. Pero obvio eso tenía que ser una tontería. Ella era mi amiga y estaba completamente seguro de que yo para ella significaba lo mismo y que si me decía las cosas era por mi bien y porque era mi amiga y me quería, no porque ella pretendiera algo más conmigo.

El resto del camino fue bastante incómodo. Al menos para Natalie, Gus, Georg, para mí e incluso para Toby, que aunque no dijera nada, tenía que soportar cada riña que se daba gracias a los estúpidos comentarios sin fundamentos de cada uno de nosotros. En cuánto a Tom… bueno, él seguía perdido en sus sueños, dónde seguramente ninguno de nosotros pasaríamos a formar parte.


// Narra Mili //


Desperté después de un largo rato. Aún me sentía cansada, pero había prometido hablarle a Tom y obviamente no rompería mi promesa. Observe mi reloj de pulsera. Las 8:00 P.m. quizás tendría que esperar un poco más para llamarle. Conociendo los horarios de los conciertos que la banda ofrecía probablemente apenas se estarían preparando para el show. Sonreí para mí misma y volteé hacia mi costado derecho, ahí estaba Brianda, observándome sonriente.

- ¿Descansaste? – preguntó
- Hummm… no como yo quería pero si… - me encogí en hombros y observé el carrito de comida que se encontraba a lado de mi cama - ¿Y eso? – cuestioné y Brii sin perder la sonrisa del rostro me acerco la bandeja de comida. Dejándola sobre la cama
- Es para ti – fruncí el entrecejo
- ¿Para mi?
- Si, para ti… todavía eres humana y tienes que comer comida, ya después de lo único que te alimentaras será de sangre – Y volví a esa realidad dónde la gente mala seguía existiendo
- No estoy segura de querer ser como… bueno emmm… - torcí la boca buscando la forma de decir las cosas sin que ella se sintiese mal, pero simplemente no encontraba la manera de decirlo
- ¿Cómo yo? – preguntó. Asentí
- Tengo miedo Brii… a pesar de que no lo demuestre me aterra que Viktor me transforme – mascullé y mordí el pan tostado que había tomado de la charola
- Lo sé nena – acarició mi cabello y se sentó a mi lado. Me observó cariñosamente mientras yo seguía comiendo – pero no hay mucho que hacer para evitarlo… en realidad no hay nada que hacer para evitarlo – suspiró – Él es demasiado poderoso y lo hará – agaché la mirada. No quería… me negaba a dejar de ser humana
- ¿Tú… tú sabes cuándo? – tartamudeé levantado la cara y ella negó
- La fecha exacta no la sé, pero al parecer será pronto – se quedó pensativa por un momento agachando la cabeza y después de algunos segundos volvió a mirarme - ¿Cuándo es tu cumpleaños? – cuestionó
- El 19 de agosto…
- ¿Y a cuánto estamos hoy?
- A 18 de junio… prácticamente faltan dos meses para que sea mi cumpleaños y también prácticamente falta lo mismo para que me obliguen a hacer algo que no quiero – balbuceé y Brii me miró casi con lástima
- Nena no quiero asustarte, pero… tomando en cuenta las fechas – apretó los ojos – probablemente sea mañana cuándo te transformen


Continuara…

domingo, 19 de diciembre de 2010

Capítulo # 13 & felicitaciones para bRiianDa--- ♥

¡¡¡¡JODER KE ME KAGO EN LA PUTA!!!! YA LO SEE, MEE HEE TARDADO MAASS DE LO KEE HASTAA YOO PLANEABAA… PERO JODER KE ME KUUEESTAA KADAA PUUTTOO KAPII KEEE HAGOOO, Y KOÑOO KE LUUEGOO NII MEE KOMENTAANN Y ESOO SII MEEE KAALAA, PEEROO BUEENOO YAA NAADAAA KEE HOYY NOOO HAAY KEE ESTARR ENOOJAADAA XK HOOOYY ESS UN DIIIAAA SUMAMMEEENTEEE ESPEECIIAAL PARAAA UUNAA DE LAAS PEERSOONASS MASS IMPOORTANTEESS PARAA MII… AAA LAAA MADREEE KEEEE HOOOYY ESS EL KUMPLEEEE DEEE MEEEIINNNN bRiianDa xDDDDD!!! JOOOODEERRR HAAAYY KEE FESTEEJARRR SUUSS 19 AAÑOOOTEEEESSS :D NOO INVENTEEENN YAAA ESTAA BIEEEN GRANDOOTAAAA VD… MEEIIN bRii JAJAJA KEE AUNN REKUERDOO LA PRIMERAAA VEEZZ KE LAA FELICIIITEEEE JAJAJA ES KE FUEEE EL AÑOO PASADOO LA PRIMERAA VEZ KEE LA FELICIIITEEE =) JAJAJA SII ES KEEE SI BIEEN YAAA ELLA ME HAA FELICIITADOO EEN MII PUMPLEE DOOSS VECEESS ES XK YOO LAA KONOCIII X ESOO DEL MEESS DEE MARZOO DE HACEE YA KASII DOOSS AÑOOSS Y PSS SSUU KUMPLEEE YAA HABIIIAA PASADOOO PEROOO NOOO IMPOORTAAA.. JAJAJA XK EL AÑO PASADOO SI DESKIITEEE TODAS ESAS FELICITACIONESSS JAJAJA SI ME AKUERDO KEE LAA FELICITE UN MONTOONALISIIMOO DEEE VEECEESSS AJUUUUAAAA!!!! JAJAJA TANTOO KEE HASTAAA ME DIJOO KE PARAA MII PROXIIMOOO KUUMPLEEE ELLLLAA MEE FELICIITARIIAA MAASS KEEE YOO JAJAJA PEROO BUEEENOO NO HABLEEMOSS DEE MIII…


bRiianDa DEEE MII PODAAZOONNN JOODEERRR FEEELIIIZZZ KUMPLEEEAAÑOOOSSS NEEENNAAA… NOO INVENTEESS YAA ESTAASS BIEEN GRANDOOOTAAAA :D YA VAASS PARA DOBLAARMEEE LA EDADD JAJAJAJAJAJA NO ESS CIIIEERTOOO xDDDDD SIII KASII VAAMOOSS AL PASOO… BUENO NOOO, TU SI MEE LLEVASS EEMMM ¿3 AAÑOOSS? JAJAJA SIII KREOO KEE EESOO ES LOO KEE MEE LLEVASS PEEROO IGUAAAL TEE AGRAADEEZKOO KEE SEEASSS ASII TOODAA BIEEEN LIINDAA KONMIIIGOOO DEEE VD… AAHHH JAJAJA AHOORAAA SII TEE MANDAAREEE TUU PASTEEEL DEE POCHOLATEEE KEE TEE ANDOO PROMETIIENDOO DEESDEE HACEEE KOMOOO UN AÑOO JAJAJA, ESEEE KEE DIJIIMOSS KE EL KARTEEROO SEE IBAAA AA KOMEERR Y KEE SOLO TEEE IBAAA A DEJARR EEEL PAPPEELL EE IBAA A LLEGARR KON LAA KARAA LLENA DEE CHANTILLII JAJAJAJAJA HAAYY NO DEE VD… JOODER KEE ME HUBIEESEE GUSTADOO FEELICIITARTTEEE AAUNKEEE SEAA POOORR ADEELANTADOO ESEE DIIAA DEEEL KONCIIERTOO DEEE TH EEEN EL PALACIOO DEE LOS DEEPOORTEESS JAJAJA KE SE TEE PERDIIERON TUUSS AMIIGASSS Y SUERTUUDA KE TE ENKUENTRAS UNA PULSERIITAA xDDD SI BIEEEN DIIGOO KE A LAA GENTEE BUEENA SIEMPREE LEE SUCEDEN KOSASS BUEENASSS Y OBVIOO TUU NO EREES LA EXCEPCIOONN, PERO IGUAAL YAA TEE VOLVEREE A PEDIR TUU NUMERO DEE CEEL JAJAJA XK SIEMPRE LO ANDOO PERDIENDO O LO APUNTOO MAAAL :D PEROO BUEENOO NEENAA HAAPPYYY BIIRRTHHHDAAAYYY ♥ PAASAATEEELAA SUPPEERR DEE VD… KEEE TEE REGALEEEN MUCHASS KOSASSS HEEE Y LUEGOO MEE LAS ENSEÑASSS… AUNKEEE SEAA X FOOTOOO JAJAJA PIDEELEESS EL NUEVO MATERIAL DEE LOS TOKIIOO A TUUSS PAPIISS Y EL HUMANOOIDD Y TAMBIEEN EL CIITY LIIVEE JAJA Y PSS YA LOS DISFRUTAS X MII JAJAJA XK MIS PADRES SON BIEEN TAKAAÑOOS Y NADA KE SI ME REGALAN UN CHIKLEE YA ES MUCHO JAJAJA NTC… NEENIIXX TQQQMMM---♥ GRACIIAS X SIEMPREE SOSTENERMEE KUANDO LO NECESIITOOO DEE VD… TODOS MIS BUENOS DESEOOSS PARA TIII Y KE TE LA PASES SUUPPEERR YA TE DIJE UN DIA DE ESTOS TE DAREEE AHII LA VIRGIINIDADD DE KAAULIITZZ MEENOORR JAJAJAJA, BUENOO NOO… MEJOR PRIMERO YOO SE LA KITOO JAJAJA HAY NO YAA KE KOSAS DIIGOO… TQM NENIIXX BEESOOSS… ESPERO PODER HABLAR KONTIIGO AL RATOO SII NOO PSS YA SERAA DESPUEES… HOY ES TU DIAA NENAA DISFRUTALOOO--- HBD♥


Y BUENO YAAA DESPUEES DE MII MEGAA CHOROOO SII YA LEES DEEJOO EEL KAAPII KE SEGURIITOO KEERRANN MAATARMEEE… AAHH X CIIEERTOO ESTEE KAPII VAAA DEDIIKADOO AA MEEIINN BRIII KE SIEMPRE ME ANDAA BANKAANDOO TODOO Y HACEE DE MI SUUSTENTOO KUANDO MASS LA NECESIITOOO ICH LIEEBEE DIICHH MUCHIITOO NEENIIXX… AAKII EN EL FICK TAMBIEEN SALEE ELLA Y PUEES KOMO DEBERIIAA SEER Y KOMO ES EN LA VIDAA REAL LA PUSEE EN UN PAPEL DE LAA FIEEL AMIIGA ENTENDEEDOORAA DE VD… KEE SEE KE SII ME ENKONTRARA EN UNA SITUACION DEE ESTASS EELLAA SII ME APOOYARIIAA ASII KOMO YO LO DESKRIIBOOO…

BUENO AHORA SII EL KAAAPP… PLIIZZZ KIERO KOMEENNTTSSS



Capítulo # 13

// Narra Tom //


- Joder ¿Cómo que no esta? ¡Búsquenla! – estaba nervioso, intranquilo, enojado y la razón, nuevamente era ella
- Tranquilízate Tom, todos hacen lo que pueden – trató de tranquilizarme Georg, pero nadie podía hacerlo, al menos no en estas circunstancias
- ¡Pues entonces todos aquí son unos malditos ineficientes! – Grité apunto de estallar, tenía menos de una hora que habíamos llegado y prácticamente todo el rato que habíamos estado en el hotel desde que habíamos llegado nos la habíamos pasado buscándola
- Vamos Tom, las malas noticias llegan rápido, ella está bien, tranquilo – mi corazón palpitaba frenético, desbocado y mis manos seguían sosteniendo el aparatito que podría mantenerme comunicado con ella. Volví a teclear su número, pero nada, nuevamente el buzón
- Georg – le tomé de los hombros y acerque mi rostro considerablemente al suyo – Es la mujer a la que amo, no puedo tranquilizarme – mascullé y tanto mi vista como mis manos volvieron al celular – Vamos pequeña… contesta – musité nervioso, pero de nueva cuenta escuché la grabadora - ¡Carajo! – Aventé el celular, sabrá dios a dónde
- ¡Hey! Te dije que te calmaras – me regañó el lacio y vi a mi gemelo que se acercaba a paso presuroso. Realmente esperaba que él tuviera noticias sobre ella, porque de lo contrario, me volvería loco
- Bill… - Casi corrí hasta donde él se encontraba y tras suspirar me negó con la cabeza - ¿no? – pregunté estúpidamente y el volvió a negar
- Llamé a la compañía para que rastrearan su número, al parecer no está en el país – musitó tratando de tranquilizarse
- ¿Cómo que no esta en el país? – cuestioné. Bill torció la boca en un gesto de confusión
- La han rastreado y por lo que me dijeron su móvil se localizo en alguna parte de Rusia – Inquirió y mi respiración se volvió entrecortada
- Rusia… - susurré – Ella no conoce Rusia – dije y Bill movió la cabeza de un lado para otro
- Tom… ella conoce Rusia, más de lo que tú te imaginas. No se las razones que tuvo para irse, pero estoy seguro de que pronto se comunicara, no te atormentes más – Pidió mi gemelo y mi histeria creció aun más
- ¿¡Cómo diablos puedes estar tan tranquilo estando ella sabrá dios dónde!? – Vociferé perdiendo la poca paciencia que aun mantenía
- No estoy tranquilo Tom, simplemente no hago más escándalo del que de por si ya estás haciendo tú – inquirió Bill viéndome furibundo y dio media vuelta para después comenzar a caminar rumbo a su habitación. Me giré sobre mis talones dándole también la espalda y escuché el cierre de la puerta de su habitación.

Avancé con paso lento hasta dónde vi que había caído mi móvil y en un movimiento rápido lo levante. Eché la cabeza hacia atrás y suspiré ruidosamente. Quizás mi gemelo tenía razón. Quizás mi pequeña sus razones había tenido para irse, pero aun así, me preguntaba que clase de razones había tenido, para largarse sin siquiera decir una palabra. Apreté los ojos con fuerza y ordené a todos detener su búsqueda. David me miró confundido, sin embargo se limitó a decir más bien nada y se marchó de ahí.

Observe a Georg parado sobre el marco de la puerta de mi habitación y caminé hacia él. El ojiverde me miró de una forma que en realidad me fue difícil de clasificar y pasé de largo para poder entrar a mi habitación. Si, bueno. Quizás me había comportado como un estúpido cretino, pero es que simplemente el hecho de no saber dónde se encontraba mi pequeña, me ponía los nervios de punta y las emociones a flor de piel. Me tiré sobre la cama, rebotando un par de veces y observé el techo blanco, adornado con pequeños detalles clásicos y una lámpara en el centro. Me pregunté más de una vez si ella estaría bien, si ya habría comido, si tendría frío, si estaría sola, si tendría dónde dormir, si estaría triste o quizás feliz, si se acordaría de mí, si algún día yo le habría importado…

Y entonces pensé en las posibles respuestas a cada una de mis preguntas. Muy probablemente ella si estaría bien, pues como había dicho Georg, las malas noticias llegaban rápido. Tenía tarjetas de crédito y obviamente con ellas podría ya, haber pagado un buen restaurante para comer. Se había llevado toda su ropa, por lo que muy seguramente no tendría frío. Quizás no estaba sola, pero tampoco aseguraba que estuviese acompañada. Probablemente ya también habría pagado una buena suite en un cómodo hotel. Quizás estaría triste por dejar a mi hermano, pero feliz por dejarme de ver a mí. Por lo que mi respuesta a la pregunta siguiente era más que obvia, si se acordaba de mi existencia, seguramente era para festejar el haberme dejado de ver. Y entonces supe que yo nunca le había importado, que si había estado algún día en sus pensamientos había sido demasiada suerte y una nueva pregunta atestaba mi mente. Si yo nunca le había importado, entonces… ¿Por qué ella me importaba tanto a mí?


// Narra Bill //



Si, bueno. Quizás mi actitud era extraña ante los ojos de los demás. Pero ante los míos, era de lo más normal posible. Estaba preocupado, claro que lo estaba. Pero todas esas preocupaciones habían desaparecido de súbito cuándo la chica que atendía mi llamada me había comunicado que su número se había rastreado en alguna parte de Rusia.

Quería pensar que Brianda había venido una vez más por ella y se la había llevado a cumplir una más de las peticiones de Viktor. Realmente esperaba que ella apareciera a la mañana siguiente e inventara alguna mentira pequeñita para seguir escondiendo su duro secreto. Y entonces el vibrar de mi celular me hizo dejar de lado mis pensamientos. Lo tomé rápidamente y abrí la tapita para encontrarme con el mensaje de una llamada perdida. Pulsé una tecla cualquiera y el número de la amiga de mi princesa apareció ante mis ojos.

Pensé en responder a su llamada, pero fue entonces que recordé lo que ella alguna vez me había dicho…

[Flash-back]

El día había sido agotador y lo único que quería llegar a hacer era abrazar y besar a mi princesa. En todo el día no le había visto, según ella no había querido ir al recinto dónde nos presentaríamos esta noche porque estaba cansada, pero la verdadera razón era que su nueva amiga Brianda vendría por ella al hotel para llevarla una vez más con Viktor.

No me había platicado mucho, porque según ella mientras yo supiera más, corría más riesgo de que alguno de los muchos vampiros que estaban bajo las reglas de Viktor me hiciera daño. Aunque la verdad eso a mí no me preocupaba en lo más mínimo. Durante varios meses, todos los días por las noches Lucian venía por mí, para llevarme a la asquerosa cueva húmeda, dónde los licántropos se escondían de los vampiros. Y ya ahí continuábamos con mis clases. Esas con las que yo no estaba de acuerdo, pero que tenía que tomar para que no le hiciesen daño a una de las personas que más amaba en este mundo y mi gemelo no viniera a involucrarse en algo de lo que jamás podría salir.

Di unos cuántos pasos más y frente a mí, se dibujo la puerta de la habitación de la rubia a la que tanto amaba. Quizás lo más correcto hubiese sido tocar antes de entrar, pero estaba tan acostumbrado a entrar sin pedir permiso, que me importo más bien poco lo que mi princesa me fuese a decir. Tenté el bolsillo trasero de mi pantalón y saque la tarjeta que hacía de llave maestra para todas las puertas del hotel.

No la había robado, más bien la había pedido prestada y la devolvería sin que nadie se diese cuenta, cuándo tuviese que irme del hotel. Introduje la tarjeta y el sonido de la puerta me hizo saber que tenía el paso libre. Empuje sólo un poco para poder ver el interior de la habitación que le había sido asignada a mi princesa y me encontré con una imagen poco usual para mí.

La amiga de mi rubia estaba sentada en el sillón, mientras que mi princesa estaba sentada en el centro de la cama matrimonial que ocupaba gran parte de la suite. Ambas platicaban divertidas y en sus rostros se dibujaba una gran sonrisa que a mí me puso más feliz de lo que de por si ya era por el simple hecho de tener a la persona que amaba a mi lado. Las dos voltearon a verme y Mili me extendió los brazos invitándome a que la abrazara y así lo hice. Corrí hasta ella y le abracé fuertemente. Le llené de besos todo el rostro y sus labios se unieron con los míos. Dejándome saborearla, haciéndome saber cuán afortunado era por tener su amor, permitiéndome darme cuenta de lo infeliz que sería si ella se apartase de mi lado y entonces reforcé todas esas ganas por enfrentar las consecuencias de mis actos, aún sabiendo que si algo salía mal, ambos lo pagaríamos caro. Pero no importaba, ya nada importaba.

Lo habíamos hablado tantas veces que las consecuencias venían a importarnos nada. Nuestro amor era más grande que todo, más fuerte que el mismísimo acero y por ende, ambos estábamos dispuestos a llorar las lágrimas necesarias, a enfrentar incluso a los más fuertes y morir si fuese necesario, el uno por el otro. Dejar de vivir si el otro fallecía, pero antes que nada, vengar la muerte del otro, claro, sólo si se daba el caso. Lo cuál era lo más probable.

Nuestras lenguas seguían hurgando en la boca del otro, haciéndonos tener una conexión prácticamente indescriptible, uniéndonos por siempre y para siempre, porque así lo queríamos. Queríamos estar el uno para el otro y si alguno faltaba, entonces no habría más porque vivir.

- Oh… pero que hermosa escena – musitó la amiga de mi novia y fue hasta entonces que nos separamos, rompiendo aquel beso tan placentero
- Espera a que tú estés en una situación similar y seré yo quien diga eso – Respondió mi princesa con una sonrisa dibujada en su rostro, mientras al mismo tiempo se recorría un poco para que yo me pudiese sentar cómodamente
- Bueno, esta bien, ya no diré nada – Dijo Brii y Mili sonrió más ampliamente
- Mi amor ¿Cómo te fue? ¿Qué tal estuvo el concierto? ¿Encontraste alguna chiquilla con la que próximamente me engañarás? – preguntó. Sonreí
- Me fue bien, el concierto estuvo algo agotador, pero todo salió perfecto. En cuánto a lo de la chiquilla con la que pienso engañarte, pues si, había una. Pelirroja, de tez blanca y ojos miel. Alta, delgada, muy hermosa a decir verdad. Supongo que tenía nuestra edad o al menos eso parecía. Creo que valdría la pena engañarte con ella. Digo, tenía pinta de ser una buena amante en la cama – Torció la boca y me miró con un gesto por demás sobreactuado de indignación - ¿Qué? – me encogí de hombros y en un movimiento rápido le volví a abrazar, a lo que ella se quitó rápidamente viéndome aún desconforme
- No quiero que me abraces, ve y abraza a tu queridísima groupie – se cruzó de brazos y comenzó a caminar hacia la puerta. Le observé atentamente con una sonrisa traviesa en el rostro y justo cuándo estaba a por lo menos tres pasos de llegar a la puerta, me abalance contra ella y le rodeé por la cintura con ambos brazos, cargándola y llevándola de nueva cuenta hasta la cama, dónde le tiré boca arriba y a horquillas me senté sobre su vientre.

Le observé embelesado y suspiré. Ella comenzó a moverse bruscamente, como intentando quitarme de encima, lo cuál obviamente no consiguió. Brianda nos observaba divertida. Quizás nuestros jueguitos tontos de locos enamorados le causaban gracia y a decir verdad esos juegos a mi me fascinaban.

- Quítate – negué – Dije que te quites – repitió
- No…

Me acerqué a sus labios lentamente y comencé a besarle. Al principio no hubo respuesta de su parte, pero conforme los segundos, ella comenzó a mover la boca, amoldándose a mis labios, a mis besos, a mi amor. Con sus brazos rodeó mi cuello, re pegándome más a su cuerpo, como queriendo fusionar el mío con el suyo. Me deje hacer y entonces escuché el carraspeo de alguien. Que supuse muy seguramente era de Brii

- Bueno, pues, yo me voy – musitó y sonrió levantándose de su lugar – Mili y yo asentimos – Nena, te llamo después ¿está bien? – Mi princesa asintió – Bill, ya he guardado en tu celular mi número – fruncí el ceño
- Pero… ¿cómo? Mi celular lo tengo yo – rebusqué en el bolsillo de mi chaqueta y me di cuenta de que mi móvil no estaba – volteé a verla y me regalo una amplia sonrisa mientras me enseñaba el celular sosteniéndolo con dos de sus dedos – Pe… pero ¿Cómo? – Mili y ella se echaron a reír. Les miré confundido
- Debes saber que una de sus habilidades más impresionantes es que te puede quitar algo sin que te des cuenta, así esté en el bolsillo de tu chaqueta
- Bueno, igual no importa mucho. Lo que importa es que ya tienes mi número. Solo por favor no me llames si no es realmente necesario. Contesta cuándo yo te llame, pero nunca me marques si no es necesario ¿está bien? – asentí
- Si, esta bien, pero ¿Por qué?
- Porque constantemente estoy con Viktor y si él se da cuenta de que tú me llamas, entonces me veré en serios problemas – Volví a asentir y para cuándo quise reaccionar ella ya había saltado por la ventana.

[Fin Flash-back]

Y ahora no sabía que hacer. Necesitaba cerciorarme de que mi princesa estaba con ella, pero al mismo tiempo temía que su respuesta fuera negativa y ella se metiera en serios problemas por mi culpa. El repentino vibrar de mi celular me sacó nuevamente de mis cavilaciones y al ver la pantallita me di cuenta que otra vez era ella quien me llamaba. Pulsé la tecla correspondiente y lleve el celular a mi oído.

- ¿Hola?
- ¿Bill?
- Si, ¿Qué pasa?
- No tengo mucho tiempo, Mili está aquí – El corazón me latió fuertemente. Su afirmación me tranquilizaba, pero su voz nerviosa me ponía los pelos de punta
- Si, ya me lo temía, pero dime ¿Cómo está? – El silencio que se hizo presente los siguientes minutos me hizo estremecer y por primera vez en mucho tiempo volví a sentir ese miedo tan agobiante que tanta inseguridad me causaba
- Pu…pues ella, al parecer está bien
- ¿Al parecer? – Pregunté
- Tiene más de dos horas que no la veo, Víktor se ha encerrado con ella y con sus padres. Supongo que tienen muchas cosas que hablar – Agaché la mirada, no podía creer cuánta falta me hacía
- Ellos no son sus padres – musité – un padre es el que te cría y te cuida, el que está en los momentos difíciles contigo, el que comparte contigo tus tristezas y tus felicidades, el que está para darte un consejo o un regaño cuándo lo necesitas, por lo tanto ellos no merecen que mi princesa les diga papá o mamá
- Bill… yo entiendo tu postura. Sé perfectamente que tanto para ti como para ella Kristen y Jason son sus verdaderos padres. Pero no fueron ellos quienes le dieron la vida…
- Pero si los que estuvieron cuándo ella más los necesitaba – interrumpí
- Si Bill, yo lo sé, pero todos merecemos una segunda oportunidad. Quizás en un pasado Amelia y Alexander cometieron un error al dejarla así sin más. Pero ahora ellos desean recuperarla, creo que a pesar de todo tienen derecho al querer recuperar a su hija – negué. Las cosas no podían ser como ella pretendía que fueran, porque simplemente para mi princesa no había otros seres más importantes que sus padres y para ella sus padres siempre habían sido Kristen y Jason. Por lo que dudaba que algún día ella llegara a querer a dos personas que llegaban a decirle que eran ellos los que le habían dado la vida y no quienes la habían criado desde pequeña.
- Di lo que quieras, yo se perfectamente que para ella y para todos los que la rodeamos solo tiene dos padres y no son precisamente los que le dieron la vida – Suspiró
- Bien Bill, mejor dejémoslo así. Creo que eso es algo que no nos corresponde a nosotros juzgar, eso solamente le corresponde a ella. Pero bueno, solo llamaba para que no te preocuparas. Y bueno, ella me ha pedido que te diga que por favor le avises a Tom que está bien, que por el momento tiene cosas que pensar, pero que no es nada que lo involucre. También me pidió que le recuerdes que lo quiere, que nunca dude de su cariño y bueno me ha dicho que te diga que te ama y que tan pronto como pueda buscara la manera de verte
- ¿Tan pronto cómo pueda? ¿De que diablos hablas? Ella debe estar aquí para mañana a más tardar
- No Bill… ella ha tomado la decisión de venir para acá por algún tiempo
- Pe…pero
- Pero nada, fue su decisión, lo mejor es que por ahora la dejen tranquila y tú por favor no vallas a venir porque como ahora ella está aquí el castillo esta totalmente vigilado y como te vean la obligan a matarte
- Brianda, por favor no permitas que le hagan daño
- No te agobies, nadie aquí puede hacerle daño, lo más que pueden llegar a hacerle es convertirla
- ¡No! – me escandalicé, no podían convertirla
- Bill… eso ya lo habíamos hablado, es algo inevitable y por más que queramos protegerla no podremos. Viktor es muy poderoso y ella es la descendiente – Mi mano se volvió puño y un nudo por de más molesto se apodero de mi garganta
- Dile que la amo – Asintió
- Si Bill, yo se lo diré
- Recuérdale que es lo más importante que tengo en la vida
- Está bien
- Y por favor Brii, cuídala mucho


// Narra Mili //


Todos mis sueños, todas mis esperanzas y creencias estaban siendo derrumbadas por un montón de palabras de personas a las que yo ahora consideraba como desconocidas. Si, bueno, quizás esas personas eran las que me habían dado la vida, pero esa no era justificación para haberme dejado a merced de dos personas que no sabían si me tratarían como yo lo merecía o como tal vez ellos dos me hubiesen tratado si se hubieran echo cargo de mí.

Las lágrimas por si solas empapaban mis mejillas, mis ojos hinchados y la agobiante necesidad de querer tener lo prohibido me estaban haciendo pedazos por dentro. Palabras y mas palabras, mas sueños jamás cumplidos, mas promesas rotas, lágrima tras lágrima y mi vida se deshacía lentamente frente a todos ellos y para mi desgracia la única persona que podía mantenerme de pie, estaba a por lo menos cien mil kilómetros de distancia.

Deseaba con toda el alma tenerlo aquí, a mi lado, como siempre debería de haber sido, pero lamentablemente su bienestar estaba de por medio y obviamente su bienestar era más importante para mí que tener que derramar un millón de lágrimas mas.

- Vamos hija, contéstanos, nos duele tu indiferencia – les miré resentida, en verdad lo estaba – no puedes seguir callando todo lo que deseas decirnos – musitó Amelia. Pero claro que podía seguir callándolo, lo había echo por más de 6 meses y un par de horas mas, no pesarían demasiado.
- Querida déjala – Alexander le tomó por los hombros e intentó alejarla de mí, pero ella se jaloneo, quedando nuevamente a mis pies
- No Alexander, ha estado mucho tiempo lejos de mí, no perderé la oportunidad de hablar con ella – Y yo no perdería la oportunidad de hacerla sentirse tan miserable como algún día yo me había sentido.
- Ella no quiere hablar contigo – volvió a replicarle y a pesar de que tenía razón supuse que era el momento de decirle todo lo que había deseado desde el momento en que me habían echo saber que era ella mi verdadera madre
- ¿Ahora pretendes que yo te llame mamá así como si nada? – una sonrisita socarrona se dibujo en mi rostro, ahora mostraría una faceta de mí, lo suficientemente desconocida como para dejarla llorando si era necesario
- Eso… eso es lo que yo esperaba – respondió y clave mis pupilas sobre las suyas
- Pues lamento decirte que las cosas no se darán como tú las esperabas – Hice un movimiento brusco y ella terminó de trasero sobre el suelo – yo vivía tan feliz, como una persona normal y de buenas a primeras llegan y me dicen que mi vida siempre ha sido una mentira y que los seres a los que más amo no son mis padres – me levanté de la silla dónde me encontraba sentada y comencé a caminar por toda la habitación – y ahora ustedes se aparecen así como si nada diciéndome que son mis progenitores y que piensan recuperarme – volví a sonreír – es gracioso saben…
- Yo no le veo la gracia – Masculló Víktor, volteé a verlo
- Quizás tú no, pero yo si – regresé la mirada hacía Amelia – me causa mucha gracia que después de tantos años esperen que si quiera yo les regale un abrazo y aún mas, que les llame padres – negué y la frialdad se apoderó de mis ojos – yo sólo tengo dos padres y son Kristen y Jason no ustedes – mi voz se volvió rasposa y mi semblante se llenó de rencor
- Hija… hija no… no digas eso - ¿Debería contestarles de una forma amable? No claro que no debía
- ¿Hija? – Rodé los ojos - ¡No vuelvas a llamarme así! – Exploté – ¡No vuelvas a hacerlo jamás! ¡Yo no soy tu hija!
- Si mi amor, si lo eres – Mis manos se volvieron puños. Cerré los ojos y respiré profundamente, debía hacerlo antes de perder la cabeza
- No lo soy – mascullé secamente – no lo fui antes, no lo soy ahora y no lo seré jamás – sentí mi corazón encogerse en un puño y mi vida nuevamente se volvió un desastre

Y justo cuándo comencé a creer que todos ahí terminarían dándose cuenta de lo débil que era ella apareció. Cómo siempre, salvándome de una perdición que muy a mi pesar ya estaba escrita. Los ojos se me aguaron, no sabía cuánto más aguantaría, pero probablemente no sería mucho, porque ese nudo en la garganta se hacía presente nuevamente y el dolor por no tener a quien mas amaba a mi lado me volvía a carcomer el corazón.

- Viktor hay un problema afuera – Él frunció el ceño y le miró enojado
- Dije que nadie podía molestarnos ¿No escuchaste? – musitó fríamente y ella asintió
- Claro que escuché, pero…
- ¡Pero nada Brianda! Cuándo doy una orden espero que sea acatada – le interrumpió, mi amiga comenzó a acercarse y sin bajar la voz siguió hablando
- Si estoy aquí es porque el castillo está siendo rodeado ahora mismo por un montón de licántropos – Viktor abrió los ojos de par en par – han venido a cerciorarse de que Mili está aquí y créeme que cómo se den cuenta de que sus sospechas son ciertas le hacen daño – No sabía que pensar, aún no terminaba de asimilar todo y de buenas a primeras ya había quien quería terminar conmigo. Confundida algo estaba, pero temía cada vez más que ese día se acercara, temía ser convertida, temía que me obligasen a pelear con él y también temía que al final yo terminara haciendo lo que Viktor tanto anhelaba.

Viktor y mis padres salieron corriendo sin decir palabra alguna. Los tres con los ojos casi saliéndose de su orbita y en cuánto ellos desaparecieron mi amiga me abrazó. Lloré como una niña, tenía miedo, pero más que eso me dolía saber que muy probablemente moriría sin verlo nuevamente y si tenía suerte moriría en sus brazos a causa de él.

- ¿Estás bien? – Asentí – Al parecer llegué en un buen momento ¿verdad?
- ¿Es cierto lo que les dijiste? – pregunté aun sin responder a su pregunta
- Si…

Su afirmación si bien no me asusto si me puso en alerta porque de que los licántropos se aseguraran de mi estancia en el lugar mandarían llamar a Bill y entonces ninguno de los dos tendríamos escapatoria.

- Ya le he avisado que estás aquí – Alcé la vista y lentamente sequé las pocas lágrimas que aun seguían resbalando por mis mejillas
- ¿Qué te dijo? – Sonrió y halándome de un brazo comenzamos a caminar
- Que te ama y me ha pedido que te cuide mucho – no podía creerlo, es que ¿podía haber un ser más perfecto que él?
- ¿Le dijiste lo que te pedí?
- Claro, pero sabes, a pesar de que me ha prometido que no cometerá la tontería de venir a buscarte al castillo me quedé como intranquila. Aun no estoy muy convencida de sus palabras – Por dios… era Bill Kaulitz y como buen pelmazo obviamente solo lo había dicho para dejarla tranquila, pero dudaba que su palabra fuera a cumplirla
- Confío en él – sonreí – digo… sé que no debería. Conociéndolo dudo que te haga caso, pero sé perfectamente que él sería incapaz de ponerme en peligro… al menos conscientemente
- Pero inconscientemente puede llegar a hacerlo – Le miré desconforme – sabes que es cierto – torcí la boca y es que no podía decirle lo contrario, porque efectivamente, ella tenía toda la razón
- Sabes, creo que al final no importa si me pone en peligro o no, igual tendré que hacer lo que me piden – musité resignada y es que lo había pensado tanto que caía en cuenta que no importaba mucho cuál fuese el desarrollo porque el final siempre sería el mismo
- Eso sólo puedes decidirlo tú y lo sabes – negué
- No Brii, todo está planeado – volteé para poder verle mas claramente y detuve mi caminata quedando a por lo menos un metro de distancia de ella – yo no puedo evitar algo que ha sido planeado desde hace mas de un milenio – agaché la mirada y a mi mente llegaron mil imágenes. Reviví mi vida nuevamente en menos de un minuto y la nostalgia se apodero otra vez de mí. Tenía verdaderas ganas de llorar, pero ¿De que serviría? Si de igual manera las cosas sucederían de una u otra forma. Sentí ese nudo tan molesto volverse a formar en mi garganta y note también como aumentaba su tamaño considerablemente.

Brianda me veía llena de melancolía, quizás muy en el fondo a ella también le dolía lo que a mí me ocurría. Me tomó nuevamente del brazo y me hizo caminar junto a ella. Me preguntaba si sería bueno seguir de este modo, mintiendo y engañando a la gente que más amaba, porque si, a pesar de todo, a pesar de que Bill lo sabía, Tom lo ignoraba y eso sin mencionar a Gustav y Georg que de una forma u otra también pasaban a ser personas demasiado importantes para mí.

No tenía ni un día lejos de ellos y ya los extrañaba, sentía que necesitaba de ellos para poder estar bien. Y en este preciso momento anhelaba con toda el alma que uno de ellos… cualquiera… estuviera aquí, a mi lado, brindándome el apoyo que siempre hacía que yo quisiera seguir adelante… el apoyo que tanta falta me hacía y por el que yo simplemente podía sonreír.

Y entonces sentí cómo algo resbalaba por mi mejilla, la palpe con mi dedo índice y quedó adherido a mi piel ese líquido salado que en los últimos días había sido con lo único que había podido desahogarme. Lo limpie rápidamente, no quería que me vieran llorar, no quería que se dieran cuenta de mi sufrimiento, porque no iba a permitir que me sobajaran o me tuvieran lástima por extrañar a la persona que más amaba. A esa con la que dentro de poco tendría que pelear y que muy probablemente sería el causante del fin de mi vida. Miré con atención el lugar dónde Brii se había detenido y observe como todos ahí me veían con los ojos abiertos de par en par. Podría jurar que algunos hasta con miedo, pero la gran mayoría con asombro. Quería poder acostumbrarme, pero no podía, me sentía tan ajena a todo que el solo hecho de tratar de hacerlo me resultaba más difícil de lo que yo me imaginaba. Apreté los ojos y volví a abrirlos de súbito, suspiré y me encontré nuevamente con los ojos de Brianda, viéndome fijamente, como preguntándose cuál sería la formula para disipar todos mis temores y aliviar mis angustias.

Le sonreí tratando de esconder mis sentimientos, pero fue inútil, a pesar de que ella respondió a mi gesto de la misma forma, en su mirada pude percibir aun toda esa tristeza con la que me veía. Y en un intento vano de dejar de lado mis sentimientos seguí observando a todos los que se encontraban en el lugar. Los analicé de pies a cabeza y a primera vista supe con quienes probablemente tendría problemas y cuales serían de ayuda para mí.

- Se están muriendo de miedo – escuché la voz de la rubia en mi cabeza y volteé a verla rápidamente, ella sonrió
- ¿Por qué lo dices? – musité en mi subconsciente y regresé mi vista hacía toda la bola de gente que se hallaba en lo que parecía ser el centro de reunión de todos los vampiros
- Eres la persona más importante de este reino, aparte de Viktor y tu padre
- ¿Y eso que? – pregunté
- ¿Cómo que y eso que? Por dios, ellos te ven así porque se sienten nada a lado tuyo – Sonreí
- ¿Y debo alegrarme por eso?
- Supongo – me encogí en hombros y asentí, después volteé a verle y noté como en su cara se dibujaba una mas que radiante sonrisa
- ¿Quién es ella? – cuestioné nuevamente en mi mente y con la mirada le señale a una chica pelinegra que estaba sentada en un sillón individual y en su mano sostenía una copa con un líquido rojo, demasiado rojo a decir verdad. La rubia volteó hacía el mismo lado que yo y observó a la chica sin perder esa sonrisa tan característica de ella
- Su nombre es Mariana, es algo seria, pero muy sociable. Probablemente te sea de ayuda para cualquier cosa que pretendas hacer en un futuro - ¿¡Que!? Y más ¿¡Que!? ¿De verdad ella sabría ya de los planes que se me habían ocurrido hacía menos de dos horas?
- ¿De que planes hablas? – fruncí el ceño
- Te conozco, tú no das un paso sin saber lo que te espera, es obvio que ya tienes planes – enarque de mas las cejas y parpadeé en repetidas ocasiones, esa chica si que me conocía – lo adivine por tu mirada
- Bien, entonces dime quien me causara problemas en este lugar - ¿Altanera? Si creo que así me estaba comportando, pero después de tanto sufrimiento, creo que comportarme de esa manera me ayudaba a sentirme un poco mejor
- ¿Ves a la chica de cabellos castaños que esta sentada en las piernas del chico pelinegro? – Traté de ubicar a la chica y cuándo lo hube echo en mi subconsciente asentí. Todos nos miraban extrañados, tenía ya un buen rato que los veíamos y tanto sus expresiones como las de Brianda y mías no cambiaban en lo absoluto, es mas, hasta podría jurar que me veían con mas temor que al principio
- ¿Ella me causara dificultades? – pregunté observando de pies a cabeza a la castaña
- Mas de los que te imaginas – rodé la mirada y comencé a caminar en su dirección, con una mirada intimidante, pero me sorprendió que la chica ni se inmuto al verme caminar hacía ella – Es mejor que no le digas nada por ahora
- ¿Por qué?
- Porque aún no eres convertida y ella es una vampira nueva, tiene menos de un mes que la convirtieron, apenas se está enterando de cómo están las cosas aquí y dudo que sepa si quiera cuánto poder tienes tú aquí – sonreí
- Mejor para mí – Y seguí avanzando a paso lento
- No cometas una tontería – me replicó mi amiga y le miré de reojo, ella me observaba atentamente y sus colmillos apenas si comenzaban a vislumbrarse, era como si se estuviera preparando para algún ataque o algo por el estilo
- Sólo te pido que pase lo que pase no te metas – Inquirí y dí un paso mas
- Vamos Mili, no puedes arriesgarte a que esa chiquilla te dañe. Aún no controla sus habilidades y si la provocas de mas puede que te ataque y como te ataque se las vera con Viktor y… - se quedó callada y sonrió de una manera diabólica pero llena de satisfacción, al parecer había comprendido mis intenciones – Eres brillante – masculló y sonreí satisfecha. Suspiré y seguí mi camino

La chica me observo atentamente y una sonrisita socarrona se dibujo en su rostro. Estaba claro que no estaba enterada de quien era yo, porque de lo contrario hubiese puesto la misma cara que puso el chico que estaba sosteniendo su cuerpo en sus piernas cuándo me vio acercarme.

- Su… su alteza – tartamudeó el pelinegro que estaba debajo del cuerpo de quien sería muy seguramente un problema para mí y por su puesto para Bill también. Asentí con la cabeza y sonreí viéndole atentamente, pero esto no duró mucho porque mí mirada regreso hacía mi propósito principal
- ¿Tu nombre? – cuestioné con las cejas en alto, bien, creo que para ser aun una humana me estaba sobrepasando y poniendo en un riesgo demasiado alto
- Ashley – balbuceó, debo reconocer que la chica era bonita y que sería un desperdicio terminar con su vida, pero prefería eso a que me causara mil problemas y el que terminara perdiendo la vida fuera mi amado pelinegro
- Bueno Ashley… te quiero fuera de mi vista – Ordené y más de uno ahí abrió la boca sorprendido, incluida mi ahora mejor amiga
- ¿Quién te crees tú para llegar y decirme que me valla? – su vocecilla me caló hasta lo inimaginable y fue por eso que aun sin conocerla llegue a odiarla mas de lo que supuse debería – Sólo eres una más aquí – enarqué una ceja y negué sonriendo – ni creas que tu sonrisita me da miedo, no eres mas que una simple humana que servirá de cena para el día de hoy y si no quieres verme lo mejor es que te vallas ¡Tú! De aquí
- Cállate – susurró el chico que estaba junto a ella, pero la chica hizo caso omiso a lo que él le había dicho
- No tengo porque hacerlo, en todo caso si quieres que alguien guarde silencio empieza tú por hacerlo
- ¿Quién es él? – pregunté en mi subconsciente
- Edward – torcí la boca y miré al chico atentamente
- Aléjate de ella – y tal como me lo imaginaba el chico lo hizo al instante, dejando a la tal Ashley con la boca abierta, más que desconforme

Ni siquiera le dí tiempo de reclamarme algo, simplemente dí media vuelta y me dispuse a caminar pero un jalón mas que brusco de su parte me detuvo. Sentí la presión de sus manos hacerme daño, valla que la chica tenía fuerza, pero que me lastimara quizás no era lo que yo más anhelaba, pero si lo que más me convenía. Apreté los ojos y traté de hacer el más mínimo ruido o señal de dolor y aunque lo estaba logrando ella de verdad me estaba lastimando.

- Creo que sería bueno terminar de una buena vez contigo – susurró intimidante sobre mi oído y cuándo creí que la presión que ejercía sobre mi cuerpo era toda ella apretó un poco más
- Au – me quejé y supuse que algo no andaba muy bien porque para cuando me dí cuenta Brianda ya estaba sobre la castaña mostrándole sus grandes colmillos blanquecinos y su mirada asesina
- No te atrevas a volver a tocarla – masculló mi amiga apretándole de mas el cuello y sentí una punzada en la parte delantera de mi hombro, me miré lentamente y sentí un escalofrío recorrerme la espina dorsal. Lo tenía empapado en sangre y fue por eso que entendí porque muchos de los ahí presentes se habían tapado las narices y habían optado por alejarse una buena distancia de mí. Traté de revisarme, pero con solo tocarme me retorcía del dolor, la muy estúpida me había lastimado.

Y justo en ese momento vi entrar a Viktor con mis padres tras él, venían agitados pero por sus caras parecían tranquilos, por lo que supuse los licántropos se habían ido sin siquiera sospechar de mi estancia en el lugar. Amelia en cuánto me vio corrió hasta mí y comenzó a revisar mi herida escandalizada, en cuánto a Viktor se limitó a ver a Brianda y a Ashley.

- ¿Qué es lo que ha pasado aquí? – Brii sin soltar a la chica observo a Viktor
- Pues aquí la señorita nueva en la materia le ha echo eso a nuestra descendiente
- Párate y déjala, supongo que serás tú quien cure su herida, porque dudo que quiera que Amelia lo haga – la rubia asintió y como toda una señorita se levanto de su posición y antes de dirigirse hacia mí le regalo una sonrisa a la vampira de cuarta que aun yacía en el suelo. Como pude me aleje de Amelia y siendo consciente del sufrimiento de mi madre biológica deje que Brianda fuera quien me revisara
- Todo ha salido como lo has planeado – musitó Brii, asentí
- Pues… creo que si, aunque en mis planes no estaba que esa turra me lastimara de esta manera – contesté sin miedo. Al fin y al cabo nadie podía escucharnos
- Viktor se encargara de ella – inquirió

No supe bien el porque de que me sintiera contenta, creo que no debería de estarlo, pero el simple hecho de saber que yo podía hacer y deshacer todo a mi antojo me satisfacía demasiado. Sabía que era cruel, pero todos lo eran conmigo y precisamente por eso fue que lo que llegaran a pensar todos ahí de mí, pasaba a segundo plano.

Continuara…

jueves, 2 de diciembre de 2010

Al koncierto de Tokio Hotel....♥

Aun no puedoo kreerlooo... jodeerr me vuelvoo lokaa... faltann menos de 12 horas para konocerloosss... y yo me akabo de ganar mis boletooss.. andaba toda tristee deprimidaa xk noo sabia si iba a ir... & joder ke dios es grandee y me hizo el milagroo... bueno bueno.. ya me less pirooo xk uuff uff tengo ke ir a rekoger los boletos hasta polankoo kasi kasi & me keda komo a tres horas... loss kierooo... besooos biiee