domingo, 19 de diciembre de 2010

Capítulo # 13 & felicitaciones para bRiianDa--- ♥

¡¡¡¡JODER KE ME KAGO EN LA PUTA!!!! YA LO SEE, MEE HEE TARDADO MAASS DE LO KEE HASTAA YOO PLANEABAA… PERO JODER KE ME KUUEESTAA KADAA PUUTTOO KAPII KEEE HAGOOO, Y KOÑOO KE LUUEGOO NII MEE KOMENTAANN Y ESOO SII MEEE KAALAA, PEEROO BUEENOO YAA NAADAAA KEE HOYY NOOO HAAY KEE ESTARR ENOOJAADAA XK HOOOYY ESS UN DIIIAAA SUMAMMEEENTEEE ESPEECIIAAL PARAAA UUNAA DE LAAS PEERSOONASS MASS IMPOORTANTEESS PARAA MII… AAA LAAA MADREEE KEEEE HOOOYY ESS EL KUMPLEEEE DEEE MEEEIINNNN bRiianDa xDDDDD!!! JOOOODEERRR HAAAYY KEE FESTEEJARRR SUUSS 19 AAÑOOOTEEEESSS :D NOO INVENTEEENN YAAA ESTAA BIEEEN GRANDOOTAAAA VD… MEEIIN bRii JAJAJA KEE AUNN REKUERDOO LA PRIMERAAA VEEZZ KE LAA FELICIIITEEEE JAJAJA ES KE FUEEE EL AÑOO PASADOO LA PRIMERAA VEZ KEE LA FELICIIITEEE =) JAJAJA SII ES KEEE SI BIEEN YAAA ELLA ME HAA FELICIITADOO EEN MII PUMPLEE DOOSS VECEESS ES XK YOO LAA KONOCIII X ESOO DEL MEESS DEE MARZOO DE HACEE YA KASII DOOSS AÑOOSS Y PSS SSUU KUMPLEEE YAA HABIIIAA PASADOOO PEROOO NOOO IMPOORTAAA.. JAJAJA XK EL AÑO PASADOO SI DESKIITEEE TODAS ESAS FELICITACIONESSS JAJAJA SI ME AKUERDO KEE LAA FELICITE UN MONTOONALISIIMOO DEEE VEECEESSS AJUUUUAAAA!!!! JAJAJA TANTOO KEE HASTAAA ME DIJOO KE PARAA MII PROXIIMOOO KUUMPLEEE ELLLLAA MEE FELICIITARIIAA MAASS KEEE YOO JAJAJA PEROO BUEEENOO NO HABLEEMOSS DEE MIII…


bRiianDa DEEE MII PODAAZOONNN JOODEERRR FEEELIIIZZZ KUMPLEEEAAÑOOOSSS NEEENNAAA… NOO INVENTEESS YAA ESTAASS BIEEN GRANDOOOTAAAA :D YA VAASS PARA DOBLAARMEEE LA EDADD JAJAJAJAJAJA NO ESS CIIIEERTOOO xDDDDD SIII KASII VAAMOOSS AL PASOO… BUENO NOOO, TU SI MEE LLEVASS EEMMM ¿3 AAÑOOSS? JAJAJA SIII KREOO KEE EESOO ES LOO KEE MEE LLEVASS PEEROO IGUAAAL TEE AGRAADEEZKOO KEE SEEASSS ASII TOODAA BIEEEN LIINDAA KONMIIIGOOO DEEE VD… AAHHH JAJAJA AHOORAAA SII TEE MANDAAREEE TUU PASTEEEL DEE POCHOLATEEE KEE TEE ANDOO PROMETIIENDOO DEESDEE HACEEE KOMOOO UN AÑOO JAJAJA, ESEEE KEE DIJIIMOSS KE EL KARTEEROO SEE IBAAA AA KOMEERR Y KEE SOLO TEEE IBAAA A DEJARR EEEL PAPPEELL EE IBAA A LLEGARR KON LAA KARAA LLENA DEE CHANTILLII JAJAJAJAJA HAAYY NO DEE VD… JOODER KEE ME HUBIEESEE GUSTADOO FEELICIITARTTEEE AAUNKEEE SEAA POOORR ADEELANTADOO ESEE DIIAA DEEEL KONCIIERTOO DEEE TH EEEN EL PALACIOO DEE LOS DEEPOORTEESS JAJAJA KE SE TEE PERDIIERON TUUSS AMIIGASSS Y SUERTUUDA KE TE ENKUENTRAS UNA PULSERIITAA xDDD SI BIEEEN DIIGOO KE A LAA GENTEE BUEENA SIEMPREE LEE SUCEDEN KOSASS BUEENASSS Y OBVIOO TUU NO EREES LA EXCEPCIOONN, PERO IGUAAL YAA TEE VOLVEREE A PEDIR TUU NUMERO DEE CEEL JAJAJA XK SIEMPRE LO ANDOO PERDIENDO O LO APUNTOO MAAAL :D PEROO BUEENOO NEENAA HAAPPYYY BIIRRTHHHDAAAYYY ♥ PAASAATEEELAA SUPPEERR DEE VD… KEEE TEE REGALEEEN MUCHASS KOSASSS HEEE Y LUEGOO MEE LAS ENSEÑASSS… AUNKEEE SEAA X FOOTOOO JAJAJA PIDEELEESS EL NUEVO MATERIAL DEE LOS TOKIIOO A TUUSS PAPIISS Y EL HUMANOOIDD Y TAMBIEEN EL CIITY LIIVEE JAJA Y PSS YA LOS DISFRUTAS X MII JAJAJA XK MIS PADRES SON BIEEN TAKAAÑOOS Y NADA KE SI ME REGALAN UN CHIKLEE YA ES MUCHO JAJAJA NTC… NEENIIXX TQQQMMM---♥ GRACIIAS X SIEMPREE SOSTENERMEE KUANDO LO NECESIITOOO DEE VD… TODOS MIS BUENOS DESEOOSS PARA TIII Y KE TE LA PASES SUUPPEERR YA TE DIJE UN DIA DE ESTOS TE DAREEE AHII LA VIRGIINIDADD DE KAAULIITZZ MEENOORR JAJAJAJA, BUENOO NOO… MEJOR PRIMERO YOO SE LA KITOO JAJAJA HAY NO YAA KE KOSAS DIIGOO… TQM NENIIXX BEESOOSS… ESPERO PODER HABLAR KONTIIGO AL RATOO SII NOO PSS YA SERAA DESPUEES… HOY ES TU DIAA NENAA DISFRUTALOOO--- HBD♥


Y BUENO YAAA DESPUEES DE MII MEGAA CHOROOO SII YA LEES DEEJOO EEL KAAPII KE SEGURIITOO KEERRANN MAATARMEEE… AAHH X CIIEERTOO ESTEE KAPII VAAA DEDIIKADOO AA MEEIINN BRIII KE SIEMPRE ME ANDAA BANKAANDOO TODOO Y HACEE DE MI SUUSTENTOO KUANDO MASS LA NECESIITOOO ICH LIEEBEE DIICHH MUCHIITOO NEENIIXX… AAKII EN EL FICK TAMBIEEN SALEE ELLA Y PUEES KOMO DEBERIIAA SEER Y KOMO ES EN LA VIDAA REAL LA PUSEE EN UN PAPEL DE LAA FIEEL AMIIGA ENTENDEEDOORAA DE VD… KEE SEE KE SII ME ENKONTRARA EN UNA SITUACION DEE ESTASS EELLAA SII ME APOOYARIIAA ASII KOMO YO LO DESKRIIBOOO…

BUENO AHORA SII EL KAAAPP… PLIIZZZ KIERO KOMEENNTTSSS



Capítulo # 13

// Narra Tom //


- Joder ¿Cómo que no esta? ¡Búsquenla! – estaba nervioso, intranquilo, enojado y la razón, nuevamente era ella
- Tranquilízate Tom, todos hacen lo que pueden – trató de tranquilizarme Georg, pero nadie podía hacerlo, al menos no en estas circunstancias
- ¡Pues entonces todos aquí son unos malditos ineficientes! – Grité apunto de estallar, tenía menos de una hora que habíamos llegado y prácticamente todo el rato que habíamos estado en el hotel desde que habíamos llegado nos la habíamos pasado buscándola
- Vamos Tom, las malas noticias llegan rápido, ella está bien, tranquilo – mi corazón palpitaba frenético, desbocado y mis manos seguían sosteniendo el aparatito que podría mantenerme comunicado con ella. Volví a teclear su número, pero nada, nuevamente el buzón
- Georg – le tomé de los hombros y acerque mi rostro considerablemente al suyo – Es la mujer a la que amo, no puedo tranquilizarme – mascullé y tanto mi vista como mis manos volvieron al celular – Vamos pequeña… contesta – musité nervioso, pero de nueva cuenta escuché la grabadora - ¡Carajo! – Aventé el celular, sabrá dios a dónde
- ¡Hey! Te dije que te calmaras – me regañó el lacio y vi a mi gemelo que se acercaba a paso presuroso. Realmente esperaba que él tuviera noticias sobre ella, porque de lo contrario, me volvería loco
- Bill… - Casi corrí hasta donde él se encontraba y tras suspirar me negó con la cabeza - ¿no? – pregunté estúpidamente y el volvió a negar
- Llamé a la compañía para que rastrearan su número, al parecer no está en el país – musitó tratando de tranquilizarse
- ¿Cómo que no esta en el país? – cuestioné. Bill torció la boca en un gesto de confusión
- La han rastreado y por lo que me dijeron su móvil se localizo en alguna parte de Rusia – Inquirió y mi respiración se volvió entrecortada
- Rusia… - susurré – Ella no conoce Rusia – dije y Bill movió la cabeza de un lado para otro
- Tom… ella conoce Rusia, más de lo que tú te imaginas. No se las razones que tuvo para irse, pero estoy seguro de que pronto se comunicara, no te atormentes más – Pidió mi gemelo y mi histeria creció aun más
- ¿¡Cómo diablos puedes estar tan tranquilo estando ella sabrá dios dónde!? – Vociferé perdiendo la poca paciencia que aun mantenía
- No estoy tranquilo Tom, simplemente no hago más escándalo del que de por si ya estás haciendo tú – inquirió Bill viéndome furibundo y dio media vuelta para después comenzar a caminar rumbo a su habitación. Me giré sobre mis talones dándole también la espalda y escuché el cierre de la puerta de su habitación.

Avancé con paso lento hasta dónde vi que había caído mi móvil y en un movimiento rápido lo levante. Eché la cabeza hacia atrás y suspiré ruidosamente. Quizás mi gemelo tenía razón. Quizás mi pequeña sus razones había tenido para irse, pero aun así, me preguntaba que clase de razones había tenido, para largarse sin siquiera decir una palabra. Apreté los ojos con fuerza y ordené a todos detener su búsqueda. David me miró confundido, sin embargo se limitó a decir más bien nada y se marchó de ahí.

Observe a Georg parado sobre el marco de la puerta de mi habitación y caminé hacia él. El ojiverde me miró de una forma que en realidad me fue difícil de clasificar y pasé de largo para poder entrar a mi habitación. Si, bueno. Quizás me había comportado como un estúpido cretino, pero es que simplemente el hecho de no saber dónde se encontraba mi pequeña, me ponía los nervios de punta y las emociones a flor de piel. Me tiré sobre la cama, rebotando un par de veces y observé el techo blanco, adornado con pequeños detalles clásicos y una lámpara en el centro. Me pregunté más de una vez si ella estaría bien, si ya habría comido, si tendría frío, si estaría sola, si tendría dónde dormir, si estaría triste o quizás feliz, si se acordaría de mí, si algún día yo le habría importado…

Y entonces pensé en las posibles respuestas a cada una de mis preguntas. Muy probablemente ella si estaría bien, pues como había dicho Georg, las malas noticias llegaban rápido. Tenía tarjetas de crédito y obviamente con ellas podría ya, haber pagado un buen restaurante para comer. Se había llevado toda su ropa, por lo que muy seguramente no tendría frío. Quizás no estaba sola, pero tampoco aseguraba que estuviese acompañada. Probablemente ya también habría pagado una buena suite en un cómodo hotel. Quizás estaría triste por dejar a mi hermano, pero feliz por dejarme de ver a mí. Por lo que mi respuesta a la pregunta siguiente era más que obvia, si se acordaba de mi existencia, seguramente era para festejar el haberme dejado de ver. Y entonces supe que yo nunca le había importado, que si había estado algún día en sus pensamientos había sido demasiada suerte y una nueva pregunta atestaba mi mente. Si yo nunca le había importado, entonces… ¿Por qué ella me importaba tanto a mí?


// Narra Bill //



Si, bueno. Quizás mi actitud era extraña ante los ojos de los demás. Pero ante los míos, era de lo más normal posible. Estaba preocupado, claro que lo estaba. Pero todas esas preocupaciones habían desaparecido de súbito cuándo la chica que atendía mi llamada me había comunicado que su número se había rastreado en alguna parte de Rusia.

Quería pensar que Brianda había venido una vez más por ella y se la había llevado a cumplir una más de las peticiones de Viktor. Realmente esperaba que ella apareciera a la mañana siguiente e inventara alguna mentira pequeñita para seguir escondiendo su duro secreto. Y entonces el vibrar de mi celular me hizo dejar de lado mis pensamientos. Lo tomé rápidamente y abrí la tapita para encontrarme con el mensaje de una llamada perdida. Pulsé una tecla cualquiera y el número de la amiga de mi princesa apareció ante mis ojos.

Pensé en responder a su llamada, pero fue entonces que recordé lo que ella alguna vez me había dicho…

[Flash-back]

El día había sido agotador y lo único que quería llegar a hacer era abrazar y besar a mi princesa. En todo el día no le había visto, según ella no había querido ir al recinto dónde nos presentaríamos esta noche porque estaba cansada, pero la verdadera razón era que su nueva amiga Brianda vendría por ella al hotel para llevarla una vez más con Viktor.

No me había platicado mucho, porque según ella mientras yo supiera más, corría más riesgo de que alguno de los muchos vampiros que estaban bajo las reglas de Viktor me hiciera daño. Aunque la verdad eso a mí no me preocupaba en lo más mínimo. Durante varios meses, todos los días por las noches Lucian venía por mí, para llevarme a la asquerosa cueva húmeda, dónde los licántropos se escondían de los vampiros. Y ya ahí continuábamos con mis clases. Esas con las que yo no estaba de acuerdo, pero que tenía que tomar para que no le hiciesen daño a una de las personas que más amaba en este mundo y mi gemelo no viniera a involucrarse en algo de lo que jamás podría salir.

Di unos cuántos pasos más y frente a mí, se dibujo la puerta de la habitación de la rubia a la que tanto amaba. Quizás lo más correcto hubiese sido tocar antes de entrar, pero estaba tan acostumbrado a entrar sin pedir permiso, que me importo más bien poco lo que mi princesa me fuese a decir. Tenté el bolsillo trasero de mi pantalón y saque la tarjeta que hacía de llave maestra para todas las puertas del hotel.

No la había robado, más bien la había pedido prestada y la devolvería sin que nadie se diese cuenta, cuándo tuviese que irme del hotel. Introduje la tarjeta y el sonido de la puerta me hizo saber que tenía el paso libre. Empuje sólo un poco para poder ver el interior de la habitación que le había sido asignada a mi princesa y me encontré con una imagen poco usual para mí.

La amiga de mi rubia estaba sentada en el sillón, mientras que mi princesa estaba sentada en el centro de la cama matrimonial que ocupaba gran parte de la suite. Ambas platicaban divertidas y en sus rostros se dibujaba una gran sonrisa que a mí me puso más feliz de lo que de por si ya era por el simple hecho de tener a la persona que amaba a mi lado. Las dos voltearon a verme y Mili me extendió los brazos invitándome a que la abrazara y así lo hice. Corrí hasta ella y le abracé fuertemente. Le llené de besos todo el rostro y sus labios se unieron con los míos. Dejándome saborearla, haciéndome saber cuán afortunado era por tener su amor, permitiéndome darme cuenta de lo infeliz que sería si ella se apartase de mi lado y entonces reforcé todas esas ganas por enfrentar las consecuencias de mis actos, aún sabiendo que si algo salía mal, ambos lo pagaríamos caro. Pero no importaba, ya nada importaba.

Lo habíamos hablado tantas veces que las consecuencias venían a importarnos nada. Nuestro amor era más grande que todo, más fuerte que el mismísimo acero y por ende, ambos estábamos dispuestos a llorar las lágrimas necesarias, a enfrentar incluso a los más fuertes y morir si fuese necesario, el uno por el otro. Dejar de vivir si el otro fallecía, pero antes que nada, vengar la muerte del otro, claro, sólo si se daba el caso. Lo cuál era lo más probable.

Nuestras lenguas seguían hurgando en la boca del otro, haciéndonos tener una conexión prácticamente indescriptible, uniéndonos por siempre y para siempre, porque así lo queríamos. Queríamos estar el uno para el otro y si alguno faltaba, entonces no habría más porque vivir.

- Oh… pero que hermosa escena – musitó la amiga de mi novia y fue hasta entonces que nos separamos, rompiendo aquel beso tan placentero
- Espera a que tú estés en una situación similar y seré yo quien diga eso – Respondió mi princesa con una sonrisa dibujada en su rostro, mientras al mismo tiempo se recorría un poco para que yo me pudiese sentar cómodamente
- Bueno, esta bien, ya no diré nada – Dijo Brii y Mili sonrió más ampliamente
- Mi amor ¿Cómo te fue? ¿Qué tal estuvo el concierto? ¿Encontraste alguna chiquilla con la que próximamente me engañarás? – preguntó. Sonreí
- Me fue bien, el concierto estuvo algo agotador, pero todo salió perfecto. En cuánto a lo de la chiquilla con la que pienso engañarte, pues si, había una. Pelirroja, de tez blanca y ojos miel. Alta, delgada, muy hermosa a decir verdad. Supongo que tenía nuestra edad o al menos eso parecía. Creo que valdría la pena engañarte con ella. Digo, tenía pinta de ser una buena amante en la cama – Torció la boca y me miró con un gesto por demás sobreactuado de indignación - ¿Qué? – me encogí de hombros y en un movimiento rápido le volví a abrazar, a lo que ella se quitó rápidamente viéndome aún desconforme
- No quiero que me abraces, ve y abraza a tu queridísima groupie – se cruzó de brazos y comenzó a caminar hacia la puerta. Le observé atentamente con una sonrisa traviesa en el rostro y justo cuándo estaba a por lo menos tres pasos de llegar a la puerta, me abalance contra ella y le rodeé por la cintura con ambos brazos, cargándola y llevándola de nueva cuenta hasta la cama, dónde le tiré boca arriba y a horquillas me senté sobre su vientre.

Le observé embelesado y suspiré. Ella comenzó a moverse bruscamente, como intentando quitarme de encima, lo cuál obviamente no consiguió. Brianda nos observaba divertida. Quizás nuestros jueguitos tontos de locos enamorados le causaban gracia y a decir verdad esos juegos a mi me fascinaban.

- Quítate – negué – Dije que te quites – repitió
- No…

Me acerqué a sus labios lentamente y comencé a besarle. Al principio no hubo respuesta de su parte, pero conforme los segundos, ella comenzó a mover la boca, amoldándose a mis labios, a mis besos, a mi amor. Con sus brazos rodeó mi cuello, re pegándome más a su cuerpo, como queriendo fusionar el mío con el suyo. Me deje hacer y entonces escuché el carraspeo de alguien. Que supuse muy seguramente era de Brii

- Bueno, pues, yo me voy – musitó y sonrió levantándose de su lugar – Mili y yo asentimos – Nena, te llamo después ¿está bien? – Mi princesa asintió – Bill, ya he guardado en tu celular mi número – fruncí el ceño
- Pero… ¿cómo? Mi celular lo tengo yo – rebusqué en el bolsillo de mi chaqueta y me di cuenta de que mi móvil no estaba – volteé a verla y me regalo una amplia sonrisa mientras me enseñaba el celular sosteniéndolo con dos de sus dedos – Pe… pero ¿Cómo? – Mili y ella se echaron a reír. Les miré confundido
- Debes saber que una de sus habilidades más impresionantes es que te puede quitar algo sin que te des cuenta, así esté en el bolsillo de tu chaqueta
- Bueno, igual no importa mucho. Lo que importa es que ya tienes mi número. Solo por favor no me llames si no es realmente necesario. Contesta cuándo yo te llame, pero nunca me marques si no es necesario ¿está bien? – asentí
- Si, esta bien, pero ¿Por qué?
- Porque constantemente estoy con Viktor y si él se da cuenta de que tú me llamas, entonces me veré en serios problemas – Volví a asentir y para cuándo quise reaccionar ella ya había saltado por la ventana.

[Fin Flash-back]

Y ahora no sabía que hacer. Necesitaba cerciorarme de que mi princesa estaba con ella, pero al mismo tiempo temía que su respuesta fuera negativa y ella se metiera en serios problemas por mi culpa. El repentino vibrar de mi celular me sacó nuevamente de mis cavilaciones y al ver la pantallita me di cuenta que otra vez era ella quien me llamaba. Pulsé la tecla correspondiente y lleve el celular a mi oído.

- ¿Hola?
- ¿Bill?
- Si, ¿Qué pasa?
- No tengo mucho tiempo, Mili está aquí – El corazón me latió fuertemente. Su afirmación me tranquilizaba, pero su voz nerviosa me ponía los pelos de punta
- Si, ya me lo temía, pero dime ¿Cómo está? – El silencio que se hizo presente los siguientes minutos me hizo estremecer y por primera vez en mucho tiempo volví a sentir ese miedo tan agobiante que tanta inseguridad me causaba
- Pu…pues ella, al parecer está bien
- ¿Al parecer? – Pregunté
- Tiene más de dos horas que no la veo, Víktor se ha encerrado con ella y con sus padres. Supongo que tienen muchas cosas que hablar – Agaché la mirada, no podía creer cuánta falta me hacía
- Ellos no son sus padres – musité – un padre es el que te cría y te cuida, el que está en los momentos difíciles contigo, el que comparte contigo tus tristezas y tus felicidades, el que está para darte un consejo o un regaño cuándo lo necesitas, por lo tanto ellos no merecen que mi princesa les diga papá o mamá
- Bill… yo entiendo tu postura. Sé perfectamente que tanto para ti como para ella Kristen y Jason son sus verdaderos padres. Pero no fueron ellos quienes le dieron la vida…
- Pero si los que estuvieron cuándo ella más los necesitaba – interrumpí
- Si Bill, yo lo sé, pero todos merecemos una segunda oportunidad. Quizás en un pasado Amelia y Alexander cometieron un error al dejarla así sin más. Pero ahora ellos desean recuperarla, creo que a pesar de todo tienen derecho al querer recuperar a su hija – negué. Las cosas no podían ser como ella pretendía que fueran, porque simplemente para mi princesa no había otros seres más importantes que sus padres y para ella sus padres siempre habían sido Kristen y Jason. Por lo que dudaba que algún día ella llegara a querer a dos personas que llegaban a decirle que eran ellos los que le habían dado la vida y no quienes la habían criado desde pequeña.
- Di lo que quieras, yo se perfectamente que para ella y para todos los que la rodeamos solo tiene dos padres y no son precisamente los que le dieron la vida – Suspiró
- Bien Bill, mejor dejémoslo así. Creo que eso es algo que no nos corresponde a nosotros juzgar, eso solamente le corresponde a ella. Pero bueno, solo llamaba para que no te preocuparas. Y bueno, ella me ha pedido que te diga que por favor le avises a Tom que está bien, que por el momento tiene cosas que pensar, pero que no es nada que lo involucre. También me pidió que le recuerdes que lo quiere, que nunca dude de su cariño y bueno me ha dicho que te diga que te ama y que tan pronto como pueda buscara la manera de verte
- ¿Tan pronto cómo pueda? ¿De que diablos hablas? Ella debe estar aquí para mañana a más tardar
- No Bill… ella ha tomado la decisión de venir para acá por algún tiempo
- Pe…pero
- Pero nada, fue su decisión, lo mejor es que por ahora la dejen tranquila y tú por favor no vallas a venir porque como ahora ella está aquí el castillo esta totalmente vigilado y como te vean la obligan a matarte
- Brianda, por favor no permitas que le hagan daño
- No te agobies, nadie aquí puede hacerle daño, lo más que pueden llegar a hacerle es convertirla
- ¡No! – me escandalicé, no podían convertirla
- Bill… eso ya lo habíamos hablado, es algo inevitable y por más que queramos protegerla no podremos. Viktor es muy poderoso y ella es la descendiente – Mi mano se volvió puño y un nudo por de más molesto se apodero de mi garganta
- Dile que la amo – Asintió
- Si Bill, yo se lo diré
- Recuérdale que es lo más importante que tengo en la vida
- Está bien
- Y por favor Brii, cuídala mucho


// Narra Mili //


Todos mis sueños, todas mis esperanzas y creencias estaban siendo derrumbadas por un montón de palabras de personas a las que yo ahora consideraba como desconocidas. Si, bueno, quizás esas personas eran las que me habían dado la vida, pero esa no era justificación para haberme dejado a merced de dos personas que no sabían si me tratarían como yo lo merecía o como tal vez ellos dos me hubiesen tratado si se hubieran echo cargo de mí.

Las lágrimas por si solas empapaban mis mejillas, mis ojos hinchados y la agobiante necesidad de querer tener lo prohibido me estaban haciendo pedazos por dentro. Palabras y mas palabras, mas sueños jamás cumplidos, mas promesas rotas, lágrima tras lágrima y mi vida se deshacía lentamente frente a todos ellos y para mi desgracia la única persona que podía mantenerme de pie, estaba a por lo menos cien mil kilómetros de distancia.

Deseaba con toda el alma tenerlo aquí, a mi lado, como siempre debería de haber sido, pero lamentablemente su bienestar estaba de por medio y obviamente su bienestar era más importante para mí que tener que derramar un millón de lágrimas mas.

- Vamos hija, contéstanos, nos duele tu indiferencia – les miré resentida, en verdad lo estaba – no puedes seguir callando todo lo que deseas decirnos – musitó Amelia. Pero claro que podía seguir callándolo, lo había echo por más de 6 meses y un par de horas mas, no pesarían demasiado.
- Querida déjala – Alexander le tomó por los hombros e intentó alejarla de mí, pero ella se jaloneo, quedando nuevamente a mis pies
- No Alexander, ha estado mucho tiempo lejos de mí, no perderé la oportunidad de hablar con ella – Y yo no perdería la oportunidad de hacerla sentirse tan miserable como algún día yo me había sentido.
- Ella no quiere hablar contigo – volvió a replicarle y a pesar de que tenía razón supuse que era el momento de decirle todo lo que había deseado desde el momento en que me habían echo saber que era ella mi verdadera madre
- ¿Ahora pretendes que yo te llame mamá así como si nada? – una sonrisita socarrona se dibujo en mi rostro, ahora mostraría una faceta de mí, lo suficientemente desconocida como para dejarla llorando si era necesario
- Eso… eso es lo que yo esperaba – respondió y clave mis pupilas sobre las suyas
- Pues lamento decirte que las cosas no se darán como tú las esperabas – Hice un movimiento brusco y ella terminó de trasero sobre el suelo – yo vivía tan feliz, como una persona normal y de buenas a primeras llegan y me dicen que mi vida siempre ha sido una mentira y que los seres a los que más amo no son mis padres – me levanté de la silla dónde me encontraba sentada y comencé a caminar por toda la habitación – y ahora ustedes se aparecen así como si nada diciéndome que son mis progenitores y que piensan recuperarme – volví a sonreír – es gracioso saben…
- Yo no le veo la gracia – Masculló Víktor, volteé a verlo
- Quizás tú no, pero yo si – regresé la mirada hacía Amelia – me causa mucha gracia que después de tantos años esperen que si quiera yo les regale un abrazo y aún mas, que les llame padres – negué y la frialdad se apoderó de mis ojos – yo sólo tengo dos padres y son Kristen y Jason no ustedes – mi voz se volvió rasposa y mi semblante se llenó de rencor
- Hija… hija no… no digas eso - ¿Debería contestarles de una forma amable? No claro que no debía
- ¿Hija? – Rodé los ojos - ¡No vuelvas a llamarme así! – Exploté – ¡No vuelvas a hacerlo jamás! ¡Yo no soy tu hija!
- Si mi amor, si lo eres – Mis manos se volvieron puños. Cerré los ojos y respiré profundamente, debía hacerlo antes de perder la cabeza
- No lo soy – mascullé secamente – no lo fui antes, no lo soy ahora y no lo seré jamás – sentí mi corazón encogerse en un puño y mi vida nuevamente se volvió un desastre

Y justo cuándo comencé a creer que todos ahí terminarían dándose cuenta de lo débil que era ella apareció. Cómo siempre, salvándome de una perdición que muy a mi pesar ya estaba escrita. Los ojos se me aguaron, no sabía cuánto más aguantaría, pero probablemente no sería mucho, porque ese nudo en la garganta se hacía presente nuevamente y el dolor por no tener a quien mas amaba a mi lado me volvía a carcomer el corazón.

- Viktor hay un problema afuera – Él frunció el ceño y le miró enojado
- Dije que nadie podía molestarnos ¿No escuchaste? – musitó fríamente y ella asintió
- Claro que escuché, pero…
- ¡Pero nada Brianda! Cuándo doy una orden espero que sea acatada – le interrumpió, mi amiga comenzó a acercarse y sin bajar la voz siguió hablando
- Si estoy aquí es porque el castillo está siendo rodeado ahora mismo por un montón de licántropos – Viktor abrió los ojos de par en par – han venido a cerciorarse de que Mili está aquí y créeme que cómo se den cuenta de que sus sospechas son ciertas le hacen daño – No sabía que pensar, aún no terminaba de asimilar todo y de buenas a primeras ya había quien quería terminar conmigo. Confundida algo estaba, pero temía cada vez más que ese día se acercara, temía ser convertida, temía que me obligasen a pelear con él y también temía que al final yo terminara haciendo lo que Viktor tanto anhelaba.

Viktor y mis padres salieron corriendo sin decir palabra alguna. Los tres con los ojos casi saliéndose de su orbita y en cuánto ellos desaparecieron mi amiga me abrazó. Lloré como una niña, tenía miedo, pero más que eso me dolía saber que muy probablemente moriría sin verlo nuevamente y si tenía suerte moriría en sus brazos a causa de él.

- ¿Estás bien? – Asentí – Al parecer llegué en un buen momento ¿verdad?
- ¿Es cierto lo que les dijiste? – pregunté aun sin responder a su pregunta
- Si…

Su afirmación si bien no me asusto si me puso en alerta porque de que los licántropos se aseguraran de mi estancia en el lugar mandarían llamar a Bill y entonces ninguno de los dos tendríamos escapatoria.

- Ya le he avisado que estás aquí – Alcé la vista y lentamente sequé las pocas lágrimas que aun seguían resbalando por mis mejillas
- ¿Qué te dijo? – Sonrió y halándome de un brazo comenzamos a caminar
- Que te ama y me ha pedido que te cuide mucho – no podía creerlo, es que ¿podía haber un ser más perfecto que él?
- ¿Le dijiste lo que te pedí?
- Claro, pero sabes, a pesar de que me ha prometido que no cometerá la tontería de venir a buscarte al castillo me quedé como intranquila. Aun no estoy muy convencida de sus palabras – Por dios… era Bill Kaulitz y como buen pelmazo obviamente solo lo había dicho para dejarla tranquila, pero dudaba que su palabra fuera a cumplirla
- Confío en él – sonreí – digo… sé que no debería. Conociéndolo dudo que te haga caso, pero sé perfectamente que él sería incapaz de ponerme en peligro… al menos conscientemente
- Pero inconscientemente puede llegar a hacerlo – Le miré desconforme – sabes que es cierto – torcí la boca y es que no podía decirle lo contrario, porque efectivamente, ella tenía toda la razón
- Sabes, creo que al final no importa si me pone en peligro o no, igual tendré que hacer lo que me piden – musité resignada y es que lo había pensado tanto que caía en cuenta que no importaba mucho cuál fuese el desarrollo porque el final siempre sería el mismo
- Eso sólo puedes decidirlo tú y lo sabes – negué
- No Brii, todo está planeado – volteé para poder verle mas claramente y detuve mi caminata quedando a por lo menos un metro de distancia de ella – yo no puedo evitar algo que ha sido planeado desde hace mas de un milenio – agaché la mirada y a mi mente llegaron mil imágenes. Reviví mi vida nuevamente en menos de un minuto y la nostalgia se apodero otra vez de mí. Tenía verdaderas ganas de llorar, pero ¿De que serviría? Si de igual manera las cosas sucederían de una u otra forma. Sentí ese nudo tan molesto volverse a formar en mi garganta y note también como aumentaba su tamaño considerablemente.

Brianda me veía llena de melancolía, quizás muy en el fondo a ella también le dolía lo que a mí me ocurría. Me tomó nuevamente del brazo y me hizo caminar junto a ella. Me preguntaba si sería bueno seguir de este modo, mintiendo y engañando a la gente que más amaba, porque si, a pesar de todo, a pesar de que Bill lo sabía, Tom lo ignoraba y eso sin mencionar a Gustav y Georg que de una forma u otra también pasaban a ser personas demasiado importantes para mí.

No tenía ni un día lejos de ellos y ya los extrañaba, sentía que necesitaba de ellos para poder estar bien. Y en este preciso momento anhelaba con toda el alma que uno de ellos… cualquiera… estuviera aquí, a mi lado, brindándome el apoyo que siempre hacía que yo quisiera seguir adelante… el apoyo que tanta falta me hacía y por el que yo simplemente podía sonreír.

Y entonces sentí cómo algo resbalaba por mi mejilla, la palpe con mi dedo índice y quedó adherido a mi piel ese líquido salado que en los últimos días había sido con lo único que había podido desahogarme. Lo limpie rápidamente, no quería que me vieran llorar, no quería que se dieran cuenta de mi sufrimiento, porque no iba a permitir que me sobajaran o me tuvieran lástima por extrañar a la persona que más amaba. A esa con la que dentro de poco tendría que pelear y que muy probablemente sería el causante del fin de mi vida. Miré con atención el lugar dónde Brii se había detenido y observe como todos ahí me veían con los ojos abiertos de par en par. Podría jurar que algunos hasta con miedo, pero la gran mayoría con asombro. Quería poder acostumbrarme, pero no podía, me sentía tan ajena a todo que el solo hecho de tratar de hacerlo me resultaba más difícil de lo que yo me imaginaba. Apreté los ojos y volví a abrirlos de súbito, suspiré y me encontré nuevamente con los ojos de Brianda, viéndome fijamente, como preguntándose cuál sería la formula para disipar todos mis temores y aliviar mis angustias.

Le sonreí tratando de esconder mis sentimientos, pero fue inútil, a pesar de que ella respondió a mi gesto de la misma forma, en su mirada pude percibir aun toda esa tristeza con la que me veía. Y en un intento vano de dejar de lado mis sentimientos seguí observando a todos los que se encontraban en el lugar. Los analicé de pies a cabeza y a primera vista supe con quienes probablemente tendría problemas y cuales serían de ayuda para mí.

- Se están muriendo de miedo – escuché la voz de la rubia en mi cabeza y volteé a verla rápidamente, ella sonrió
- ¿Por qué lo dices? – musité en mi subconsciente y regresé mi vista hacía toda la bola de gente que se hallaba en lo que parecía ser el centro de reunión de todos los vampiros
- Eres la persona más importante de este reino, aparte de Viktor y tu padre
- ¿Y eso que? – pregunté
- ¿Cómo que y eso que? Por dios, ellos te ven así porque se sienten nada a lado tuyo – Sonreí
- ¿Y debo alegrarme por eso?
- Supongo – me encogí en hombros y asentí, después volteé a verle y noté como en su cara se dibujaba una mas que radiante sonrisa
- ¿Quién es ella? – cuestioné nuevamente en mi mente y con la mirada le señale a una chica pelinegra que estaba sentada en un sillón individual y en su mano sostenía una copa con un líquido rojo, demasiado rojo a decir verdad. La rubia volteó hacía el mismo lado que yo y observó a la chica sin perder esa sonrisa tan característica de ella
- Su nombre es Mariana, es algo seria, pero muy sociable. Probablemente te sea de ayuda para cualquier cosa que pretendas hacer en un futuro - ¿¡Que!? Y más ¿¡Que!? ¿De verdad ella sabría ya de los planes que se me habían ocurrido hacía menos de dos horas?
- ¿De que planes hablas? – fruncí el ceño
- Te conozco, tú no das un paso sin saber lo que te espera, es obvio que ya tienes planes – enarque de mas las cejas y parpadeé en repetidas ocasiones, esa chica si que me conocía – lo adivine por tu mirada
- Bien, entonces dime quien me causara problemas en este lugar - ¿Altanera? Si creo que así me estaba comportando, pero después de tanto sufrimiento, creo que comportarme de esa manera me ayudaba a sentirme un poco mejor
- ¿Ves a la chica de cabellos castaños que esta sentada en las piernas del chico pelinegro? – Traté de ubicar a la chica y cuándo lo hube echo en mi subconsciente asentí. Todos nos miraban extrañados, tenía ya un buen rato que los veíamos y tanto sus expresiones como las de Brianda y mías no cambiaban en lo absoluto, es mas, hasta podría jurar que me veían con mas temor que al principio
- ¿Ella me causara dificultades? – pregunté observando de pies a cabeza a la castaña
- Mas de los que te imaginas – rodé la mirada y comencé a caminar en su dirección, con una mirada intimidante, pero me sorprendió que la chica ni se inmuto al verme caminar hacía ella – Es mejor que no le digas nada por ahora
- ¿Por qué?
- Porque aún no eres convertida y ella es una vampira nueva, tiene menos de un mes que la convirtieron, apenas se está enterando de cómo están las cosas aquí y dudo que sepa si quiera cuánto poder tienes tú aquí – sonreí
- Mejor para mí – Y seguí avanzando a paso lento
- No cometas una tontería – me replicó mi amiga y le miré de reojo, ella me observaba atentamente y sus colmillos apenas si comenzaban a vislumbrarse, era como si se estuviera preparando para algún ataque o algo por el estilo
- Sólo te pido que pase lo que pase no te metas – Inquirí y dí un paso mas
- Vamos Mili, no puedes arriesgarte a que esa chiquilla te dañe. Aún no controla sus habilidades y si la provocas de mas puede que te ataque y como te ataque se las vera con Viktor y… - se quedó callada y sonrió de una manera diabólica pero llena de satisfacción, al parecer había comprendido mis intenciones – Eres brillante – masculló y sonreí satisfecha. Suspiré y seguí mi camino

La chica me observo atentamente y una sonrisita socarrona se dibujo en su rostro. Estaba claro que no estaba enterada de quien era yo, porque de lo contrario hubiese puesto la misma cara que puso el chico que estaba sosteniendo su cuerpo en sus piernas cuándo me vio acercarme.

- Su… su alteza – tartamudeó el pelinegro que estaba debajo del cuerpo de quien sería muy seguramente un problema para mí y por su puesto para Bill también. Asentí con la cabeza y sonreí viéndole atentamente, pero esto no duró mucho porque mí mirada regreso hacía mi propósito principal
- ¿Tu nombre? – cuestioné con las cejas en alto, bien, creo que para ser aun una humana me estaba sobrepasando y poniendo en un riesgo demasiado alto
- Ashley – balbuceó, debo reconocer que la chica era bonita y que sería un desperdicio terminar con su vida, pero prefería eso a que me causara mil problemas y el que terminara perdiendo la vida fuera mi amado pelinegro
- Bueno Ashley… te quiero fuera de mi vista – Ordené y más de uno ahí abrió la boca sorprendido, incluida mi ahora mejor amiga
- ¿Quién te crees tú para llegar y decirme que me valla? – su vocecilla me caló hasta lo inimaginable y fue por eso que aun sin conocerla llegue a odiarla mas de lo que supuse debería – Sólo eres una más aquí – enarqué una ceja y negué sonriendo – ni creas que tu sonrisita me da miedo, no eres mas que una simple humana que servirá de cena para el día de hoy y si no quieres verme lo mejor es que te vallas ¡Tú! De aquí
- Cállate – susurró el chico que estaba junto a ella, pero la chica hizo caso omiso a lo que él le había dicho
- No tengo porque hacerlo, en todo caso si quieres que alguien guarde silencio empieza tú por hacerlo
- ¿Quién es él? – pregunté en mi subconsciente
- Edward – torcí la boca y miré al chico atentamente
- Aléjate de ella – y tal como me lo imaginaba el chico lo hizo al instante, dejando a la tal Ashley con la boca abierta, más que desconforme

Ni siquiera le dí tiempo de reclamarme algo, simplemente dí media vuelta y me dispuse a caminar pero un jalón mas que brusco de su parte me detuvo. Sentí la presión de sus manos hacerme daño, valla que la chica tenía fuerza, pero que me lastimara quizás no era lo que yo más anhelaba, pero si lo que más me convenía. Apreté los ojos y traté de hacer el más mínimo ruido o señal de dolor y aunque lo estaba logrando ella de verdad me estaba lastimando.

- Creo que sería bueno terminar de una buena vez contigo – susurró intimidante sobre mi oído y cuándo creí que la presión que ejercía sobre mi cuerpo era toda ella apretó un poco más
- Au – me quejé y supuse que algo no andaba muy bien porque para cuando me dí cuenta Brianda ya estaba sobre la castaña mostrándole sus grandes colmillos blanquecinos y su mirada asesina
- No te atrevas a volver a tocarla – masculló mi amiga apretándole de mas el cuello y sentí una punzada en la parte delantera de mi hombro, me miré lentamente y sentí un escalofrío recorrerme la espina dorsal. Lo tenía empapado en sangre y fue por eso que entendí porque muchos de los ahí presentes se habían tapado las narices y habían optado por alejarse una buena distancia de mí. Traté de revisarme, pero con solo tocarme me retorcía del dolor, la muy estúpida me había lastimado.

Y justo en ese momento vi entrar a Viktor con mis padres tras él, venían agitados pero por sus caras parecían tranquilos, por lo que supuse los licántropos se habían ido sin siquiera sospechar de mi estancia en el lugar. Amelia en cuánto me vio corrió hasta mí y comenzó a revisar mi herida escandalizada, en cuánto a Viktor se limitó a ver a Brianda y a Ashley.

- ¿Qué es lo que ha pasado aquí? – Brii sin soltar a la chica observo a Viktor
- Pues aquí la señorita nueva en la materia le ha echo eso a nuestra descendiente
- Párate y déjala, supongo que serás tú quien cure su herida, porque dudo que quiera que Amelia lo haga – la rubia asintió y como toda una señorita se levanto de su posición y antes de dirigirse hacia mí le regalo una sonrisa a la vampira de cuarta que aun yacía en el suelo. Como pude me aleje de Amelia y siendo consciente del sufrimiento de mi madre biológica deje que Brianda fuera quien me revisara
- Todo ha salido como lo has planeado – musitó Brii, asentí
- Pues… creo que si, aunque en mis planes no estaba que esa turra me lastimara de esta manera – contesté sin miedo. Al fin y al cabo nadie podía escucharnos
- Viktor se encargara de ella – inquirió

No supe bien el porque de que me sintiera contenta, creo que no debería de estarlo, pero el simple hecho de saber que yo podía hacer y deshacer todo a mi antojo me satisfacía demasiado. Sabía que era cruel, pero todos lo eran conmigo y precisamente por eso fue que lo que llegaran a pensar todos ahí de mí, pasaba a segundo plano.

Continuara…

1 comentario:

  1. bueno michelle...mui bonito capitulo
    ( si la amiga fiiel)
    genial..mas geniall
    es navidad y no planeó reclamarte nada..
    es más deseo no salir de corazón.
    no estoy preparada para seguir
    eres especial..y me has apoyado
    en tantos momentos importantes
    y ojala te vaya bien en tu viaje!!
    y esas cosas y como casi ni hablamos
    no te has enterado que recaii..
    eh estado en el hospital 2 semanas
    noe s tu culpa tu has estado ocupada
    como sea...ojala termines el otro año tu fick comoa ti te gusta..y esas cosas..
    cuidate mucho feliz naviidad
    y clausuro tu pagina de mi web!
    es por nuestro bien mill..
    ya encontraras tu verdadera geme
    ♥_♥ atte..Miriam

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